Estadísticas oficiales, hasta septiembre de 2011, contabilizaron 47 515 personas que perdieron la vida violentamente, durante el mandato de Felipe Calderón.
Dentro de las víctimas se cuentan los muertos que ha dejado la guerra que libran bandas del crimen organizado por el control del tráfico de drogas y otras actividades ilícitas.
Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos humanos cuestionan esas cifras. El movimiento Por la Paz con Justicia y Dignidad, que lidera el poeta Javier Sicilia, atribuye a la “lucha contra el narco” más de 60 000 muertos y 10 000 desaparecidos, desde el 2006.
Esta agrupación es una de las que se oponen a la colocación de un ‘Memorial de Víctimas’ que el Presidente mexicano inaugurará la próxima semana.
Este monumento busca honrar la memoria de todos aquellos que han sido víctimas de la violencia en México.
Calderón ha argumentado que los muertos “son responsabilidad de una delincuencia que se prohijó” en gobiernos anteriores a su mandato, en referencia a complicidades de autoridades con carteles y grupos del crimen organizado.
La ubicación del memorial, cerca del complejo militar Campo Marte, es una de las razones que genera polémica. Su inauguración, que ha sido manejada con discreción por parte del Gobierno y se espera entre el 26 y 27 de noviembre, estuvo antecedida por la develación en el mismo campo militar de un memorial en honor a los militares caídos en la lucha contra el crimen organizado.