José Serrano Salgado. Ministro del Interior
¿Quién es?
José Serrano nació en Cuenca. Es Ministro del Interior desde el 13 de mayo pasado. Antes fue Ministro de Justicia y Secretario de Transparencia. En la Comisión de Fiscalización no se aprobó un pedido de juicio político.
¿Qué hizo?
Puso en marcha el plan Más buscados y el pago de recompensas hasta USD 20 000. Inauguró e l martes pasado, con el Presidente, la Unidad de Vigilancia Comunitaria en Guayaquil, pero no está totalmente operativa.
¿Qué dijo?
“El plan de recompensas no se inicia sobre un proceso de indicios o presunciones, ya hay procesos penales iniciados y ellos ya están buscados por la Justicia porque tienen boletas de detención. Vamos a hacer campañas…”.
En el tema de seguridad el Gobierno parece que va de tumbo en tumbo. El último anuncio es el plan Más buscados, para capturar a 10 supuestos delincuentes de alta peligrosidad, a cambio del pago de recompensas hasta por USD 20 000.
El ministro del Interior, José Serrano, anunció la medida como una intención más de reducir los índices de inseguridad en el país. Pero antes de que arrancara, el jueves pasado, ya recibió críticas de diferentes sectores por considerarse una medida más “efectista”, que como parte de un plan integral de seguridad nacional.
Hasta ahora el Gobierno ha lanzado medidas desarticuladas, que se han quedado más en el combate en las calles, frente a un crimen organizado que vuelve a la población más indefensa y temerosa en su vida diaria.
Serrano dijo el martes pasado que ya estaba procesada la lista de los Más buscados, que se haría una campaña permanente en los medios. Y que el plan “está integrado a las otras estrategias de la Policía, no es un tema aislado”.
Pero tampoco es que los Más buscados sea un programa nuevo. El Gobierno ya recurrió al pago de recompensas en tres ocasiones desde el año pasado (captura de sospechosos del crimen del hijo de periodista Rómulo Barcos; por implicados en asesinatos de dos policías en Guayaquil; y para ubicar al supuesto agresor de niña víctima de abuso, quien recibió 17 puñaladas).
Aunque con otro nombre, la administración socialcristiana de Jaime Nebot ya lo aplicó en el inicio de su primer mandato municipal, en el 2000. Se denominaba Ojos contra la delincuencia, y de los 10 más buscados se capturó a siete. Era parte del plan Más seguridad, que incluyó más motos, más carros, más armas, más policías, más retenes. La diferencia con los anuncios actuales es que en esa época el Municipio sumó el apoyo de las cámaras de la producción, la Asociación de Radiodifusores, núcleo del Guayas, de la Policía Nacional y de la Gobernación de la provincia.
Billy Navarrete, coordinador del Comité Permanente de Derechos Humanos, sostuvo que “lo que caracteriza a este Gobierno son medidas ya usadas y de tinte efectista, que generalmente prevalecen como política ante la inseguridad”. Y el delegado de la Defensoría del Guayas, Carlos Villacreses, hizo un paralelismo con el EViejo Oeste, donde se pagaba recompensa por la cabeza de un criminal”. El coordinador en Guayas de la Confederación de Barrios, Carlos Neira, dijo que este tipo de planes no han sido socializados con la comunidad.
El anuncio de los Más buscados es contradictorio en un Gobierno que cuestiona las prácticas “represivas” de la extrema derecha. El mismo martes que Serrano anunció el inicio del plan, el presidente Rafael Correa criticó lo que ocurría hace 20 ó 25 años, cuando en Guayaquil, dijo, había piscinas para ahogar a detenidos y caballerizas de tortura.
Pero Serrano dijo ayer, en una entrevista radial, que el Gobierno sí tiene un Plan Emergente de Seguridad. Ahí se promueve un triángulo de acciones contra la inseguridad, que serán distintas para cada provincia, según sus particularidades, explicó el Ministro del Interior, que tiene dos meses en el cargo.
En Guayaquil, el Gobierno ha concentrado medidas que en la práctica no se han reflejado en reducción de índices de seguridad. Se anunció la desaparición definitiva de las cachinerías, donde supuestamente se comercializan objetos robados y se prestan para la práctica del chulco. Según el anuncio oficial, debían desaparecer en enero pasado, se hizo una serie de operativos pero la actividad continúa.
El 28 de diciembre del 2010, Correa anunció desalojos en las zonas invadidas del noroeste de la ciudad. Dijo que el tráfico de tierras era una de las causas de la inseguridad. Se declaró zona de seguridad y se intervino con las Fuerzas Armadas, pero las invasiones no se detuvieron.