Los vecinos de una urbanización de clase media al noroeste de Guayaquil todavía sienten temor. En un solitario callejón de la zona, frente a un terreno baldío, sin servicio eléctrico y lleno de maleza, se levanta una de las viviendas que la Policía allanó en la operación antinarcóticos Pacífico.
Aunque no lo parece a simple vista, la villa de cuatro plantas, de estilo mediterráneo, era una fortaleza. Es la única villa familiar del sector con malla eléctrica, y frente a esta hasta hace poco había una garita de vigilancia.La casa está desocupada. El sábado pasado un joven, quien dijo ser pariente de la dueña del inmueble, salió y mencionó que ella vive fuera del país.
“Ya veíamos desde hace tiempo algo sospechoso allí, porque justo enfrente se parqueaban carros y camiones. Como por aquí es abandonado, la Policía no viene”, dice una moradora del sector. Agrega que al vecindario le sorprendió enterarse del allanamiento de la casa en las noticias. “Todavía hay muchos extranjeros que viven aquí”, asegura.
Según Antinarcóticos, esa casa y otras tres en Guayaquil servían como bodegas de la droga que la presunta célula del cartel de Sinaloa afincada en Ecuador enviaba a México. Cuatro inmuebles más fueron allanados en las provincias del Guayas, Los Ríos y Santo Domingo de los Tsáchilas.
En un cantón del Guayas, la organización delictiva alquilaba un local en un nuevo centro de arriendo de bodegas. En el lugar, ubicado al costado de una de las vías de ingreso a Guayaquil, sus administradores prefieren no hablar. Según la Policía, se usaba la bodega como centro de acopio de la droga que entraba por tierra.
La fiscal Fabiola Gallardo, que abrió la investigación y lideró los allanamientos en Guayas, menciona que en ese cantón la organización tenía el centro de acopio más grande. “Ahí se encontraron más de tres toneladas escondidas en tanques, las que tenían etiquetas de aceite vegetal”.
La Fiscalía Antinarcóticos considera que las nueve personas aprehendidas en la operación Pacífico, no tenían propiedades en el país, sino que los lugares eran solo alquilados.
De acuerdo con la Policía, la organización está vinculada con otros operativos realizados el año pasado. Antinarcóticos menciona las operaciones Mirador, del 6 de noviembre pasado, y La Victoria, 19 días después, en los que, en conjunto, se logró el decomiso de 3 toneladas de droga .
La Fiscal no descarta una relación entre los nueve detenidos en el operativo Pacífico, ejecutado el pasado 19 de marzo, con el cartel mexicano de Sinaloa.
De la presunta vinculación con organizaciones narcodelictivas mexicanas, las autoridades vienen refiriéndose desde el hallazgo de un sumergible adaptado para el transporte de droga, en la costa norte de El Oro, a principios de junio del 2010.
La Policía considera que la zona es estratégica porque la droga que proviene de Colombia o Perú se dirige al norte, a través del océano Pacífico. Para evitar una interdicción (captura), los narcotraficantes utilizan submarinos difíciles de rastrear satelitalmente.
En un lejano caserío del cantón El Guabo (El Oro), cerca de un pequeño estero con acceso directo al mar, se armaba un sumergible con capacidad para transportar hasta cinco toneladas de droga, en un solo viaje.
Por el tiempo de operatividad del aparato, diseñado para navegar semisumergido hasta siete días sin abastecimiento, las autoridades antinarcóticos que realizaron el hallazgo estimaron que el destino final de la droga era las costas de México.
En ese descubrimiento, la Policía Antinarcóticos de Ecuador confirmó que tuvo la colaboración del Departamento Antinarcóticos de Estados Unidos, según el jefe de la Policía de El Oro de aquel entonces, Enrique Jácome.
En Colombia, la utilización cada vez más frecuente de estos aparatos semisumergibles, como un nuevo medio para la transportación de droga, obligó a las autoridades del vecino país a cambiar de estrategias.
“Estamos acostumbrados a ver los semisumergibles que navegan en la superficie. Pero hace dos meses encontramos un sumergible que puede permanecer tres o cuatro horas bajo el agua, y es imposible de detectarlos”, manifestó la semana pasada, el capitán Paulo Guevara, jefe del Cuerpo de Guardacostas de Colombia, durante una cita internacional antinarcóticos, en Guayaquil,
Agregó que “es un medio de transporte para los narcotraficantes muy eficiente, porque es muy difícil de detectar. Hablamos de que pueden transportar entre 7 y 8 toneladas de cocaína”.
En el operativo Mirador, en el que se decomisaron 2,5 toneladas de droga en un laboratorio ubicado en el kilómetro 103 de la vía Guayaquil-Salinas, la Policía encontró el alcaloide en paquetes que mostraban los sellos de un trébol y con la palabra ‘Curum’.
Para Antinarcóticos, este último sello es el mismo observado en la operación La Victoria, del pasado 25 de noviembre en un apartado sector de Portoviejo, Manabí.
Dentro de las investigaciones que se realizaron tras la operación Mirador, fue vinculado César Emilio M.C. Él tenía una orden de detención previa emitida por el Juzgado XXVI de Garantías Penales del Guayas, por tráfico de drogas. Fue detenido hace dos semanas, junto con Hólger Benigno Y. G., por agredir a los policías Marco Guaña y Darwin Andrango.
Gallardo menciona que el asesinato del cabo primero Andrango, de la unidad de Inteligencia Antinarcóticos, está relacionado con el cartel de Sinaloa, porque el gendarme trabajaba en el caso.
Así también la última captura revela la existencia de mafias mexicanas en el país y esclarece que detrás de los envíos están estas.