‘Me han robado cuatro veces y estoy asustada’

Eran las 21:00 cuando me dirigía por el sector de El Vergel, ubicado en el sur de Cuenca. Caminaba por la acera que se encuentra junto a la iglesia del lugar y en menos de cinco minutos me arrancharon mi celular.

Un hombre que estaba en una bicicleta se acercó a preguntarme en dónde queda el colegio Daniel Córdova Toral y de forma amable le contesté que a dos cuadras.

El desconocido se retiró unos pocos pasos y de nuevo se acercó y sacó un desarmador, empezó a insultarme y a decirme: ¿Estás nerviosa?, ¡dame el teléfono!.

En ese momento me quedé sumamente nerviosa, no supe cómo reaccionar para pedir auxilio. Sin embargo, al siguiente día acudí a poner la denuncia del robo en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC), que también está en el barrio de El Vergel.

La segunda ocasión que me robaron fue en un bus. Me sacaron de mi cartera el dinero y un celular, jamás me di cuenta de lo que se sustrajeron. El vehículo estaba lleno de pasajeros.

La tercera ocasión que me robaron fue a las 08:00, cerca de la Universidad de Cuenca, en la parte baja de la ciudad. Había bastante gente que transitaba por el lugar, pero nadie intervino cuando un hombre me amenazó con una botella que rota.

Esa vez no tenía dinero y entonces saqué el celular para darle y evitar que me hiciera daño.

Pero hubo una ocasión más en que me robaron y fue cerca de mi casa por el sector de la Lorenzo Piedra y Remigio Crespo, una zona considerada residencial.

En esa oportunidad fue en horas de la tarde. Una mujer se me acercó a pedir que le diera dinero. Le dije que no tenía nada, abrí mi cartera y ella rápidamente sacó la plancha de peinar y mi celular.

Todas las veces que me han robado he puesto las denuncias, he dado algunas pistas de los ladrones, porque siempre merodean en los alrededores de la Universidad de Cuenca y nunca he tenido respuesta de los policías. Ellos solo se ‘coquetean’.

Siempre que camino por la calle estoy asustada, nerviosa, cada rato miro para todos los lados. Mis amistades dicen que estoy loca, que debo tranquilizarme, pero no puedo porque actualmente Cuenca está muy insegura.

Por eso ahora siempre trato de andar acompañada, de no conversar por el celular mientras estoy en la calle y cuando veo alguien sospechoso, entro a algún negocio por precaución.

Otro problema en esta ciudad es que hay sectores donde falta iluminación y sobre todo que los policías estén controlando las calles de manera más permanente.

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