Cerca de 200 jóvenes se reunieron ayer para protestar, desde el Parque de La Carolina (norte de Quito) hasta la Asamblea Nacional (centro-norte). Lo hicieron para solicitar la despenalización del consumo de la marihuana.
Los colectivos Ecuadorcanábico y Diabluma convocaron a esta marcha. El vocero de la última, Felipe Ogaz, enfatizó que piden despenalizar el consumo, más no la legalización de las drogas.
Con esta solicitud, dijo, se busca acabar con los grupos que trafican este tipo de estupefacientes “y que la gente pueda consumir tranquila sin represión”. La propuesta del colectivo se basa también en el ‘autocultivo’ para consumo personal y no que se visibilice el mercado de drogas.
Hace dos semanas, Diabluma presentó una propuesta de despenalización a la Comisión de Estructura de Justicia y Estado de la Asamblea. En el documento consta que cada persona pudiera cultivar hasta 10 plantas de marihuana, sin ser penalizado.
Mauricio Velasco, activista de ambos colectivos, advierte que “hay un fuerte estigma por parte de la sociedad sobre el tema, y es la principal razón por lo que pedimos esto. Es también para que el índice de criminalidad baje”.
Para Ogaz existen pruebas de que la represión no logra nada y que es necesario entender que con la violencia se genera más violencia. Con este argumento, el activista dice que no está de acuerdo con la decisión del presidente Rafael Correa de sacar a los militares a luchar contra la delincuencia.
Daniel Salazar, uno de los asistentes, reconoció que, así como: “solicitamos su despenalización, estamos conscientes de que el abuso de cualquier droga es perjudicial para la salud”.
Ecuadorcanábico se opone a que con el proyecto se “forme un negocio o se quiera lucrar con la venta de esta sustancia. Es partidario de que de la comparta.
Varios activistas consumieron esta droga mientras iban desplazándose por las calles.