Las campañas de prevención, los radares de velocidad, las multas a los conductores y otras estrategias no han logrado frenar los accidentes de tránsito.
En el 2013, las muertes se incrementaron 2,2% con respecto al 2012. Hubo 1 696 víctimas en las vías del país y el exceso de velocidad fue la segunda causa de esos siniestros, según datos de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).
Frente a este fenómeno, ¿los vehículos deberían contar, de forma obligatoria, con dispositivos tecnológicos que alerten a los conductores cuando excedan los rangos permitidos? Mónica Heller, experta en temas viales, considera que estos mecanismos son una opción para generar conciencia entre los conductores y para reducir los accidentes, pero aclara que es “muy difícil” imponer de forma obligatoria su instalación.
En Argentina, el diputado Bernardo Biella Calvet planteó el año pasado un proyecto de Ley para limitar la velocidad de los vehículos con el uso de la tecnología. Sin embargo, la propuesta generó resistencia en la población y no prosperó. El funcionario sugirió como límite máximo los 143 km/h.
En la Unión Europea (UE) rige desde 1992 una normativa que limita la velocidad únicamente en vehículos pesados y buses públicos. El año pasado, ante la posibilidad de ampliar la medida a los autos particulares, funcionarios del Departamento de Movilidad y Transporte de la UE señalaron que esa decisión restringiría la libertad de los ciudadanos.
La medida que adoptó la UE hace más de dos décadas respondió, precisamente, al número de fallecidos en accidentes de tránsito por incumplir los límites permitidos.
En nuestro país, desde julio del 2012, cuando la Policía inició los controles de velocidad en las vías, empresas vinculadas al sector automotor ofrecieron productos para alertar a los conductores cuando excedieran los rangos permitidos.
Tracklink es una de esas compañías. Noeleen Rodríguez menciona que en los vehículos se instala un dispositivo GPS que alerta mediante sonidos a los choferes que sobrepasan los límites. “Eso está ayudando muchísimo a la gente para evitar las multas, sobre todo, a las empresas que manejan flotas o dueños de taxis que buscan controlar a los conductores”.
No obstante, en estos casos, el cliente es quien propone el límite que desea antes de la instalación de los dispositivos. El usuario también puede acceder a un registro mensual del recorrido que hizo el vehículo y verificar cuántas veces excedió la velocidad.
CGB Seguridad es otra de las firmas que oferta sistemas para alertar a los conductores. Walter Cabezas, gerente de Tecnología y Desarrollo, explica que los sistemas GPS entregan reportes de velocidad en base a un cálculo que se hace cada dos segundos del recorrido.
Los dispositivos envían señales sonoras o luminosas al conductor. “No es una tecnología nueva, nosotros lo hacemos hace siete años, pero, a raíz de los controles de velocidad, el servicio se masificó”, dice Rodríguez.
La semana pasada, la Agencia Nacional de Tránsito inauguró un centro de monitoreo, con sede en Quito, que vigilará a todas las unidades de transporte público que operan en el país.
A través de sistemas GPS que instalaron en los buses, el organismo busca controlar, en tiempo real, que los choferes cumplan los límites de velocidad, permisos de operación, rutas y paradas autorizadas.
A criterio de Heller, la instalación obligatoria de estos dispositivos no sería viable porque el país no cuenta con la tecnología.
No olvide
- USD 102 es la multa para quienes exceden los rangos moderados y USD 340 para quienes están fuera de ese rango
- 103 km/h es el promedio de velocidad que registran los conductores de autos livianos que no cumplen la Ley.
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