Casi cuatro meses después de la persecución y muerte del estudiante Edwin Barros Velín, de 19 años, hay un nuevo fallo judicial. El Juzgado II de Garantías Penales de Azuay dictó el auto de llamamiento a juicio contra los dos policías acusados de disparar contra el joven.
Los policías Denis Y. y Carlos A., son los presuntos responsables de la muerte de Barros, la madrugada del 2 de diciembre. Tras una confusa persecución policial, el universitario falleció de un disparo a la altura del cuello. Este hecho se registró en el sector de Milchichig, en el norte de Cuenca.
El joven y otros tres compañeros circulaban en una Chevrolet Blazer por la autopista Cuenca-Azogues. Allí fueron sorprendidos por un patrullero que intentó detener la marcha del automotor. Los jóvenes contaron que huyeron porque habían bebido licor.
Los uniformados emprendieron la persecución, apoyados por otros cuatro patrullero de la zona (unos 15 agentes). A la altura de la Panamericana Norte, el neumático de la Blazer explotó y el carro se detuvo. El vehículo recibió tres impactos de bala y un cuarto disparo hirió a Barros en el cuello.
En las investigaciones previas se determinó que Denis Y., quien estuvo al frente del operativo, ordenó disparar. Y que la bala que mató a Barros pertenecía al arma de Carlos A. Por eso, los dos guardan prisión en el calabozo del Comando de Policía de Azuay.
En la audiencia preparatoria del juicio que fue hace tres semanas, la fiscal Margarita Codero acusó a los dos policías de “homicidio preterintencional”. Es decir, que el resultado (muerte) fue más allá de lo que querían los agentes en el operativo (detención).
Caupolicán Ochoa, abogado de la familia Barros, dijo que se trató de un homicidio intencional porque los agentes fueron más allá de la muerte “golpearon a todos los chicos incluido al fallecido- tras detenerlos. De eso hay pruebas”.
Las peticiones serán analizadas por el juez Luis Hidalgo, dentro del juicio. César Astudillo, abogado del policía Carlos A., solicitó la aclaración de la sentencia.