Su foto, sus datos personales y los números de sus familiares estaban pegados en la cartelera de Medicina Legal hace tres meses. Los padres de María Villegas decidieron retirar el papel cuando la joven de 16 años llamó a su casa para decir que se encontraba bien y que no se molestaran en buscarla más.
Desapareció hace un año y no hay rastros de ella. Sus familiares la esperaban en la noche después del colegio, pero nunca regresó. “Al inicio no supimos qué hacer, la buscamos con la policía de menores, fuimos a hospitales, hablamos en el colegio. Incluso pegamos volantes con su rostro en las calles”, relata su madre, quien prefiere reservar su identidad.
Los casos de desapariciones se registran diariamente en la Dirección Especializada en Niñas, Niños y Adolescentes (Dinapen). Un agente de la dependencia afirma que el caso de los jóvenes es complicado porque “en muchas ocasiones ellos se van voluntariamente y para que vuelvan se debe hacer una reinserción”.
Una situación de maltrato intrafamiliar, conflictos constantes con los padres o una situación sentimental son tres causas por las que un joven puede escapar del hogar. Así lo afirma la psicóloga educativa Inés Almeida.
“Ciertos jóvenes se van de casa, porque sienten que no están cumpliendo las expectativas de los padres. Pueden sentirlo cuando bajan su rendimiento académico, pierden el año o deben afrontar críticas de sus papás con las que piensan que no cumplen su rol como hijos”, dice Almeida.
Cuando María Villegas llamó, meses después de desaparecer, dijo que la razón de su partida era la diferencia constante que tenía con su madre tras separarse de sus padres. “No habló mucho, supongo que se dio cuenta de nuestra desesperación y por eso llamó. Tenemos sospechas de que huyó con un joven con el que tenía una relación”, señala su madre.
Cifras de la Dinapen revelan que en el 2010 se denunciaron 2 850 casos de niños y adolescentes desaparecidos en el país. Hubo 2 224 casos de maltrato y de casos anteriores 3 143 menores retornaron a sus hogares. En los primeros cuatros meses del 2011 hubo 806 denuncias de menores desaparecidos a escala nacional.
El criterio de Almeida es compartido por el terapeuta familiar Luis González, quien considera que cuando el menor de edad se encuentra en una situación vulnerable o de riesgo opta por huir.
“A veces no están en edad suficiente para afrontar problemas como las separaciones familiares, maltratos o que sus padres no acepten a sus parejas”, señala el especialista.
Lucía Díaz escapó de casa a los 15 años con su novio y regresó seis meses después. Ahora tiene 22 y cuenta que decidió huir porque recibía maltratos físicos. “Mi padre bebía, golpeaba a mi madre, a mis hermanos y a mí”.
Por ello -asegura- que la idea de irse con su novio la cautivó. Regresó y su familia ingresó a una terapia conjunta. González afirma que gran parte de jóvenes afrontan problemas en casa. “La clave está en que los padres traten de manejar bien las situaciones. Hay que considerar que necesitan amor, atención y comprensión”.
Desaparición de un joven preocupa en Cuenca
La única pista que tiene la Fiscalía de Azuay es el hallazgo de un autoVolkswagen blanco, de placas ADV-853, que fue abandonado en una zona de parqueo del Parque Nacional Cajas, el miércoles.
Su propietario, Juan Francisco Restrepo Paredes, de 24 años, desapareció y nadie sabe su paradero. El vehículo es suyo. Esta desaparición es investigada por agentes de la Policía.
La mañana del martes, como de costumbre, el cuencano salió de la vivienda de sus padres hacia su trabajo, un patio de venta de vehículos. Allí laboraba como asesor-cobrador. Su familia empezó a inquietarse al mediodía, porque no llegó al almuerzo como era habitual. “Tampoco contestaba las llamadas telefónicas que le hacían a su celular”, contó su primo Pablo Íñiguez.
Cerca de las 10:30 fue visto por última vez por un amigo en la av. Remigio Crespo. Restrepo está divorciado y tiene un hijo.
Los amigos y familiares organizaron la búsqueda y ubicaron su Volkswagen en el km 27 de la vía Cuenca-Molleturo-Naranjal, que comunica a Azuay con Guayas. Es el mismo sitio donde el pasado 24 de abril se localizó el auto de la empresaria María del Carmen Monsalve.
Ella desapareció el 15 de ese mes. Cuatro días después, su esposo y sus dos hijos aparecieron muertos en el vestidor de su vivienda, por impactos de bala.
La investigación sobre estos hechos sigue abierta. Monsalve sigue desaparecida. El año anterior, la Policía registró cinco personas desaparecidas. La desaparición de Restrepo activó una intensa búsqueda por parte de agentes policiales y cuerpos de emergencias.