El relator de la ONU, Philip Alston, puso a correr a los policías que lo atendieron en la Inspectoría del Comando General.Ellos habían preparado un informe sobre el trabajo de la institución en materia de DD.HH., durante este año, pero el Relator quería conocer lo ocurrido en el país, desde el 2005. Según un alto oficial de la Policía, la actitud del Relator sorprendió a los gendarmes. La fuente dijo que Alston exigió que se le entregue la información y que, cuando hacía preguntas a los oficiales, hablaba como si se tratara de un interrogatorio.
Ese estilo de trabajo perfila, en parte, la personalidad del australiano. En la ONU tiene la fama de ser un hombre “duro” que hace temblar las estructuras judiciales de los países que visita.
Desde el 2004, cuando fue nombrado Relator del organismo para las muertes extrajudiciales, ha visitado países como Nigeria, Israel y Afganistán, que enfrentan guerras internas.
También ha estado en varios países de Sudamérica, como Colombia. A ese territorio llegó en junio del 2009. El informe que hizo sobre las muertes judiciales también levantó polémica.
Recomendó a los gobiernos que apoyan a Colombia que antes de entregar recursos para la seguridad verifiquen el uso de los mismo. Según Alston, la Fuerza Pública de Colombia es responsable de al menos 1 800 casos de falsos positivos. Es decir, de personas inocentes asesinadas que luego se las presentó como guerrilleros.
Estos asesinatos eran motivados “por recompensas, promociones de ascenso o incluso permisos de algunos días, que ofrece la cúpula del Ejército a sus integrantes, por cada guerrillero muerto”, dijo.
En Ecuador, el Relator aseguró que conoció sobre 104 muertes extrajudiciales supuestamente ejecutadas por policías en los últimos cinco años. “Algunos sospechosos y otros tipos de personas fueron asesinados cuando simplemente tenían que ser capturados”, señaló Alston. Esa información le fue entregada en la reunión que mantuvo en la Inspectoría de la Policía.
Alston estuvo en Ecuador 10 días; entre el 5 y el 15 de julio pasado. Pero recopiló información sobre las denuncias de abusos de derechos humanos en el país desde el 2009. Mantuvo contacto permanente con el departamento de Derechos Humanos de la ONU en Ecuador. Durante la visita tuvo el soporte de un equipo especializado.
Con ellos visitó Quito, Guayaquil y Nueva Loja. En esas urbes se reunió con las principales autoridades y luego con los ministros de Gobierno, Gustavo Jalkh y de Justicia, José Serrano.
Ambos dijeron esta semana que acogerán las sugerencias del informe del Relator de la ONU. Sus declaraciones se dieron tres días después de que el fiscal general, Washington Pesántez, dijera que Alston era un “burócrata internacional” y que su informe sería leído y “archivado”.
En Colombia, Alston también fue blanco de críticas del Fiscal General. En su informe final aseguró que era esencial “que el próximo Fiscal sea una persona independiente, fuerte y de prestigio”.
Sobre la Fiscalía ecuatoriana sostuvo que estaba más preocupada de hacer relaciones públicas que de investigar.
En la ONU, Alston es considerado uno de los funcionarios con más trayectoria y prestigio (ver hoja de vida). Por ello, en el 2008, fue ratificado en sus funciones. El organismo incluso emitió una Resolución en donde se establece que el Relator “cumple una misión fundamental como mecanismos de alerta temprana para prevenir el crimen de genocidio, los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra”.
El informe que elaboró sobre Ecuador será presentado al Consejo de Naciones Unidas en Ginebra (Suiza) y será un insumo para evaluar el avance del país en materia de Derechos Humanos.