En el pequeño ‘lobby’ del Juzgado XII de lo Penal la familia del verdadero Juan Ch. respiró con alivio al escuchar el dictamen del fiscal Diego Velasco.
“Me abstengo de acusarlo. Sufrió la falsificación de sus documentos y abrieron una cuenta bancaria y una línea telefónica con su nombre”, dijo.
Las investigaciones de la Fiscalía dan cuenta que con esos papeles se tejió el asesinato de Mónica Gordón, dirigente de Sociedad Deportiva Aucas, el 29 de agosto del 2013. La mujer perdió la vida tras ser víctima de un ataque en su oficina.
El viernes último, en la audiencia de dictamen fiscal, Velasco explicó los resultados de la indagación y pidió que se llamara a juicio a Gerardo U., contador de la empresa de Gordón; David Y., presunto autor del disparo; y Jonathan L., quien supuestamente movilizó a David Y., tras el crimen y quien posiblemente falsificó los documentos.
Según la Fiscalía, Jonathan L., hoy prófugo, utilizó la identidad de Juan Ch. para recibir con este nombre USD 14 000 en tres depósitos, entre julio y septiembre del 2013. Desde la línea celular se realizaron llamadas antes y después del asesinato, sostiene Velasco.
La hipótesis que maneja la Fiscalía es que la dirigente descubrió presuntos malos manejos económicos en la empresa, que involucrarían a Gerardo U. Un informe pericial concluyó que la compañía de Gordón sufrió desvíos económicos por USD 386 000.
Parte de ese monto se depositó -según el informe- en la cuenta bancaria de Juan Ch.
Pero ¿cómo falsificaron los documentos del verdadero Juan Ch.? El viernes, Velasco relató que el 19 de enero del 2011, Juan fue víctima de un robo con escopolamina y perdió sus papeles. Desde entonces “ha tenido consecuencias” y hoy enfrenta un juicio en Sto. Domingo por presunta estafa.
La defensa de Juan, un joven de 22 años que estudia Periodismo en la Universidad Central, dijo que este “nunca conoció a Gordón” .
Además, el universitario presentó como prueba la denuncia que hizo en la Comisaría por la pérdida de los papeles.
Entre las pruebas testimoniales de la Fiscalía consta la versión de David Y., presunto autor material del crimen. En su relato, el sospechoso señaló que Jonathan L. -fingiendo ser Juan Ch.- lo contactó y le ofreció USD 4 000 para que perpetrara el asesinato.
El día del crimen, Jonathan L. lo trasladó desde la av. Legarda (norte de Quito) hasta la empresa de Gordón en un vehículo todoterreno. Afuera de la compañía, David Y. dijo haber recibido una gorra negra y un maletín con un arma.
El sistema cerrado de videovigilancia de la empresa grabó los segundos que duró el homicidio. “Gordón fue asesinada frente a su padre, Ramiro, y sus dos hijos”, relató Velasco.
Las cámaras de seguridad filmaron la huida del sicario en un vehículo todoterreno gris. Horas después, agentes de la Policía encontraron el auto abandonado en el sector de la Kennedy, en el norte de Quito.
Los uniformados cruzaron datos y concluyeron que el auto fue rentado dos días antes del crimen. La Fiscalía, además, descubrió que Gerardo U., contador de la empresa de la dirigente, firmó los documentos para el alquiler del vehículo.
El viernes, tras la audiencia, Ramiro Gordón evitó dar declaraciones. En las tres horas que duró la diligencia, permaneció en silencio junto a su abogado. Al frente estaban Gerardo U. y David Y., a quien el directivo reconoce como el presunto autor del hecho.
La defensa de Gerardo U. dijo que su cliente “fue utilizado por personas con interés de cubrir los desfalcos a la empresa de la familia Gordón”.
Tras la audiencia, el juez Raúl Salgado llamó a juicio a Gerardo U., David Y. y al prófugo Jonathan L. por ser los principales sospechosos…
En contexto. La dirigente del Aucas, Mónica Gordón, fue asesinada a tiros en su oficina en el 2013. Dos hombres fueron llamados a juicio y uno fue absuelto. Esa resolución pasará a consulta del Fiscal Provincial para que ratifique o revoque la medida.