El herido del asalto al blindado, fuera de peligro

La bala ingresó por el brazo izquierdo; perforó el tórax y se alojó en la axila derecha.El guardia de seguridad se desplomó y comenzó a desangrarse en la acera de la calle Bogotá, en el norte de Quito. Desde el piso observó cómo escapaban, en motocicletas y vehículos grandes, las 15 personas que el jueves anterior asaltaron un blindado en el Banco Pichincha. Ocho ingresaron a la planta baja de la agencia y se encargaron de inmovilizar a los guardias de seguridad, trabajadores y clientes. Los otros siete entraron al subsuelo de la institución, en donde se encontraba el blindado. Se llevaron cerca de USD 400 000.Durante la fuga, un testigo logró fotografiar a cuatro de los sospechosos. Uno de ellos tenía en las manos una bolsa con dinero.

“Traté de evitar el robo, pero antes de que pudiera reaccionar me dispararon”, dijo el herido a uno de los socorristas que lo atendió. “Lo único que hice después fue pedir ayuda, porque pensé que la herida era grave”. Cerca de las 13:00, el guardia fue trasladado a una casa de salud, en el norte de la ciudad. Fue atendido en el área de emergencia y se le practicó un examen para determinar la magnitud del daño en la caja torácica. El médico que lo trató dijo que la bala no comprometió ningún órgano vital y que no habría la necesidad de intervenirlo quirúrgicamente. “La bala estaba en una zona donde se concentra mucha grasa corporal. No hay riesgo de infecciones, pero se le hará un seguimiento radiológico”.Según el galeno del hospital, cuando la bala ingresó al brazo izquierdo del paciente le provocó una fractura. “Ya fue enyesado y deberá estar bajo observación permanente”, señaló. En un principio, los directivos de la casa de salud negaron haber atendido al guardia de seguridad, el día del robo. “Fue un pedido del propio paciente, pues creía que su vida se vería comprometida si se llegase a revelar su identidad o el sitio donde está hospitalizado”, dijo otro médico especialista. Hasta ayer se desconocía cuándo será dado de alta, pero se confirmó que el guardia está fuera de peligro. Aunque él aún teme ser blanco de represalias. “La Policía debería evaluar si es prudente que se le asignen custodios mientras se recupera”, señaló un galeno. Según la Policía, los responsables del asalto pertenecerían a una banda del crimen organizado que opera en varias ciudades del país. Algunos de sus integrantes incluso podrían estar vinculados a otros asaltos a bancos y blindados cometidos desde enero de este año.

Suplementos digitales