El rastro de un dispositivo de ubicación satelital (GPS) servirá para que la Fiscalía determine el rumbo que tomaron los cinco infantes de Marina detenidos entre el sábado y el lunes, acusados de presunta extorsión.
Los aprehendidos son un sargento, tres cabos y un marinero, quienes realizaban patrullajes en Guayaquil, además de un civil. Ellos son investigados por presuntas amenazas y extorsiones.
Incluso hay una denuncia penal en la Fiscalía del Guayas.
El marinero y el civil fueron detenidos el pasado sábado en el patio de comidas de un centro comercial de la ciudad, luego de que recibieran una suma de dinero de quien presentó la denuncia. La víctima relató que le solicitaron dinero, luego de acusarlo de supuesta tenencia de drogas.
El marinero detenido en el local tenía en su poder un sobre con una cantidad de dinero, presuntamente fruto de la extorsión. Su detención fue dispuesta por la Fiscalía por un delito flagrante.
El fiscal que lleva el proceso, Julio Vacacela, informó que el uniformado entregó los nombres de los otros cuatro marinos que habrían participado en la extorsión, y con esa información se solicitó las otras detenciones.
Los cuatro marinos restantes fueron aprehendidos la mañana del pasado lunes, en las instalaciones de una base de la Armada, en el noroeste del Puerto Principal.
Al respecto, el comandante del Cuerpo de Infantería de Marina, el capitán de Navío Julián Cajas, manifestó que la Armada brindará todas las facilidades para que la Fiscalía indague la presunta extorsión.
“Es una patrulla que estuvo específicamente destinada para el control de los puestos de las juntas intermedias, para las próximas elecciones, no para el control de armas u otra actividad”, especificó.
Los cinco marinos y el civil están con prisión preventiva desde la noche del lunes.
Ahora, la Fiscalía analiza los datos del GPS y el recorrido que hicieron los militares en la camioneta.