El flamante jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., general Ernesto González, prefirió ayer no opinar sobre las declaraciones que el candidato a la Presidencia de Colombia Juan Manuel Santos hizo sobre el ataque de su país a Angostura. El ex ministro de Defensa del vecino país dijo la semana pasada en Bogotá que se sentía orgulloso de ese hecho, que dejó 25 personas muertas, entre ellas el líder de las FARC, Raúl Reyes, y el ecuatoriano Franklin Aisalla.González, al ser consultado por esa declaración, más bien aseguró que la institución militar ecuatoriana está “más fuerte y unida, modernizada y equipada. Estamos listos para cualquier situación que se venga”.El Jefe del Comando Conjunto acudió ayer al relevo de mando en la Fuerza de Tarea Conjunta 1 Norte (FT-1), a cargo de las operaciones de las Fuerzas Armadas en la frontera con Colombia. La FT-1 fue instalada en septiembre en la hacienda Huayra Huasi, cerca a Atuntaqui (Imbabura). Desde ese sitio laboran 11 oficiales y centenares de militares del Ejército, la Aviación y la Marina. Desde ayer, todos ellos están bajo el mando del recientemente ascendido general de Brigada Wágner Bravo Jaramillo. Bravo reemplazó al general Bolívar Mena. En su despedida, él aseguró ayer que los 10 000 hombres ubicados en el cordón fronterizo están en alerta permanente. “La FT-1 es una unidad pionera de las operaciones militares conjuntas. La presencia de grupos irregulares, de tráfico de drogas y de armas, de delincuencia organizada mantienen en zozobra a miles de personas. La alerta es permanente en este sitio”, dijo.Hasta enero último -según información oficial-, la FT-1 desmanteló ocho laboratorios de droga, siete puestos de observación de grupos irregulares y 52 casas abandonadas. Decomisó 27 embarcaciones, cuatro fusiles HK, dos subametralladoras, 71 pistolas y 23 carabinas. Ernesto González insistió en la profesionalización de la FT-1. “El riesgo y la amenaza persisten en la frontera norte”, señaló. Mena también se refirió a los operativos recientes. Habló, por ejemplo, de la captura de cinco máquinas industriales de confección de uniformes en Sucumbíos. “La amenaza son los grupos irregulares. Por eso, debemos reforzar la logística operativa del FT-1. Pronto construiremos un helipuerto y aumentaremos los destacamentos militares”.El 2 de marzo pasado, el entonces jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Fabián Varela, reconoció que el ataque de Angostura “tuvo varias repercusiones sobre los militares” y que eso reveló un sistema de Inteligencia “en situación precaria”. Luego de Angostura el Gobierno aprobó un Plan de Fortalecimiento de las FF.AA. y adquirió nuevos equipos. Además, reformó el sistema de Inteligencia.Asimismo, se elaboró la nueva Ley de Seguridad Pública y del Estado, que prohíbe a extranjeros tener tierras en un margen de 20 kilómetros, desde el límite internacional hasta el interior del país. Las FF.AA. son responsables de la seguridad externa.