Vitorearon por la revolución ciudadana y cantaron Patria, tierra sagrada… Luego el refrigerio y se cerraban las cinco horas de la llamada Audiencia pública de rendición de cuentas de la seguridad.
El escenario: el centro de eventos Quitumbe (sur de Quito). Los carros con vidrios polarizados y balizas llegaban poco a poco.
Cuatro ministros en el auditorio y los primeros aplausos cuando el maestro de ceremonias decía que la gente tiene derecho a estar informada y que por eso están ahí.
25 minutos con el micrófono y el ministro de Seguridad, Homero Arellano, habló desde la rehabilitación de los presos hasta la presentación en la ONU de la carta náutica “con el aval del gobierno peruano”. Dijo que todo es parte de la seguridad. El vicecanciller, Kintto Lucas, solamente lo escuchaba. Igual hicieron los ministros del Interior, José Serrano; de Justicia, Johana Pesántez; y de Defensa, Xavier Ponce.
En la intervención, Arellano aseguraba que el crimen organizado y el narcotráfico obligan a “una respuesta patriótica de las FF.AA. en apoyo a la Policía”.
No es el primer llamado. Uno similar lo hizo en el colegio militar Eloy Alfaro, el 27 de febrero.
Ayer aseguraba que la región hay un crecimiento del crimen organizado, que “el lavado, el financiamiento del narcotráfico es una realidad evidente”, pero que se debe diferenciar en el país.
Más aplausos de la gente, pero Ponce restaba importancia al informe del Ejército, que también advierte sobre el narcotráfico y asegura que de no tomar medidas adecuadas puede desbordarse. “Hay que combatirlo (…) No está por desbordarse”, asegura.
Los ‘logros’ en seguridad se citan uno tras otro. Por los parlantes se escucha decir que el Gobierno ha equipado a la Policía y a las Fuerzas Armadas, que el proyecto de Código integral penal presentado en la Asamblea en octubre pasado sanciona delitos como el sicariato, que el programa de Los Más Buscados ha dado resultado (66 detenidos, según el Ministerio del Interior). Más ‘logros’: instalación del ECU911 en Guayaquil, controles de armas, etc.
Datos que reposan en el archivo digital del Sistema de Información para la Gobernabilidad (Sigob) contrasta con los discursos.
En el 2010 en ese sistema se registraron 15 981 robos a personas en el país y para el 2011 subió a 21 048. En enero y febrero de este año hubo 4 222 denuncias.
En estos años también se incrementaron los robos a casas, a locales comerciales, a motocicletas…
En dos meses de este año se han presentado 336 homicidios y asesinatos en el país. En el mismo periodo del 2011 sumaron 411.
Afuera del centro de eventos Quitumbe dos mujeres escuchaban los discursos. “Están diciendo que ya no hay muchos robos en Quito”, dijo una de ellas. “Bueno fuera”, respondió otra.
Casi una hora duró la primera parte del evento. Terminaron los discursos y los ministros salieron.
Afuera, las preguntas sobre el narcotráfico y el crimen organizado eran frecuentes para los Ministros. Ellos decían que la actividad ilícita en el país es mínima. ¿Pero en mayo pasado Jay Bergman, director de la DEA para la región andina, decía que Ecuador es la ONU del crimen organizado? El vice canciller minimizó aquello. “ Es un personaje que no tiene ninguna credibilidad”, dijo. Luego aseguró: “Si usted conversa política con distintos Cancilleres, hay una imagen clara de que el Ecuador está combatiendo al narcotráfico”.
Los ministros se fueron en sus autos con vidrios polarizados y balizas. Los que quedaron se reunieron en ocho mesas. En la de Defensa hablaban de que se ha fortalecido a las Fuerzas Armadas con equipamiento. En la de frontera norte se recordó el estado de las poblaciones frente a Colombia. Ernesto Buitrón fue directo. Él es alcalde de Sucumbíos y aseguró que en al menos tres parroquias de su jurisdicción los policías no tiene patrulleros para operan y que los uniformados “duermen en celdas”.
El secretario técnico de Plan Ecuador, Fernando Zurita, escuchaba las necesidades. Luego dijo que están en proceso de equipar las Unidades de Policía Comunitaria y que la permanencia nocturna de los gendarmes en celdas indicó que son pequeños cuartos.
Mediodía y el trabajo en grupo terminó. Los ministros volvieron para las conclusiones. Las preguntas se planteaban una por una a los funcionarios. Las respuestas eran prolongadas y versaban sobre lo que se ha hecho para frenar la inseguridad. Al final una mujer gritó al fondo: “Que viva la revolución ciudadana”. Nadie respondió. Todos se pararon y se formó una fila para el refrigerio.
Daniel Pontón / Ex director OMSC
‘Las muertes violentas aumentan’
La inseguridad ciudadana en el país es un problema que jamás se podrá erradicar totalmente.
La reducción de la delincuencia es una realidad diferente en cada ciudad. En los últimos años hemos visto como los asesinatos o las muertes violentas se han incrementado. Pero otros delitos se han reducido. Cada sociedad tiene problemas diferentes y realidades distintas. Entonces, las autoridades deben estar conscientes de esto para combatir la inseguridad.
[[OBJECT]]