Ayer por la mañana, un muñeco de Chucky Seven decoraba el escritorio de los defensores del asambleísta Galo Lara. Los cuernos en la cabeza del muñeco llamaron la atención de quienes asistieron al auditorio de la Corte Nacional de Justicia, en el norte de Quito.
Bajo la dirección del juez Merck Benavides, quien llegó 15 minutos tarde a la sala, se realizó la audiencia de formulación de cargos y sustentación de pruebas para vincular a Lara (PSP) en el caso Balserio, un triple asesinato ocurrido en agosto del 2011, y en el que su pareja, Carolina L. es investigada como posible autora intelectual del hecho.
La demora del magistrado incomodó a Lara quien, con muñeco en mano, abandonó el auditorio al que tuvo que regresar minutos después, pues el fiscal Galo Chiriboga comenzó a presentar las pruebas que lo vinculan. En 30 minutos, Chiriboga sostuvo su hipótesis de presumir la participación de Lara, pues del teléfono de la presunta autora intelectual se hicieron llamadas al asambleísta de oposición en los días previos y posteriores a los hechos violentos. En otras pruebas, la Fiscalía mostró un video en el que uno de los sospechosos del crimen dice que Carolina L. les habría dado dinero.
Juan Vizueta, abogado de Lara, inició por refutar la ilegalidad de presentar un video como evidencia en el caso. Luego, indicó que la pareja sentimental del legislador ha sido maltratada dentro de la cárcel de mujeres de Guayaquil. Luego explicó el significado del muñeco Chucky.
El abogado de Lara utilizó una inconcordancia en los partes policiales del caso para la defensa. “Quien hizo el parte era un adivino. 50 minutos antes de que el detenido realice su declaración, ya sabía qué es lo que iba a decir”. Tras dos horas y una intervención de Lara, el juez Benavides negó las medidas cautelares solicitadas por la Fiscalía.