Los familiares de dos personas que murieron en confusos incidentes en los que se relacionó a la Policía pintaron corazones rojos la mañana de este martes 14 de enero en la acera de la avenida 12 de Abril, en la capital azuaya.
Fue una forma simbólica de protestar por la demora en la administración de justicia. Damián Peña falleció el 11 de enero del 2002, a los 16 años, cuando cursaba el tercer año en el colegio César Dávila. En ese sector, él día participaba de una protesta estudiantil contra el Gobierno y los estudiantes se habían concentrado en las inmediaciones de la Universidad de Cuenca.
En los enfrentamientos, este estudiante murió por un impacto de bala. Por las pruebas periciales, su madre Sonia Bonilla asegura que el proyectil salió del arma de un policía. Pero en este proceso judicial aún no se cumple ni la audiencia de juicio.
Cuatro años después, el 6 de abril del 2006, murió Johnny Montesdeoca, de 17 años, en una protesta similar. En recordación a ellos sus padres pintaron corazones rojos con la imagen de una paloma blanca en el centro. Además sus respectivos nombres y fechas de los incidentes. Sonia Bonilla, madre de Peña, dice que se siente burlada de la justicia.