Las redes sociales volvieron ayer a superar la inmediatez de cualquier sitio informativo nacional. Una decena de tuiteros prendió las alarmas en la red tras la explosión en las instalaciones del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), en Pusuquí.
Ellos fueron los primeros en informar del fuerte estallido, de los vidrios rotos en casas aledañas, de las ambulancias que salieron a la emergencia y del espanto de la gente. Fue también por ahí donde circularon las primeras imágenes de las columnas de humo que se originaron a raíz del accidente. Compartieron información valiosa con la que medios televisivos y de Internet graficaron sus portadas.
No obstante y como suele suceder en noticias en desarrollo, los datos sin confirmar se filtraron a la escena mediática. Esta vez el Ministerio del Interior retuiteó (reenviar) un mensaje no confirmado sobre la supuesta muerte de cuatro personas en el GIR.
“RT: @vane_noticias: URGENTE: Explosión en cuartel de la policía en Pusuqui, aparentemente hay 4 fallecidos”, difundió la cartera de Estado en su cuenta.
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Enseguida el tuit fue replicado por una comunidad ávida por información y la noticia llegó a los microinformativos de TV, radio y prensa que lo publicaron como información oficial. Incluso la agencia estatal Andes tituló una noticia con el supuesto trágico resultado.
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El Ministerio hizo al menos seis retuits de informaciones provenientes de medios, periodistas y ciudadanos durante la primera hora tras el hecho. Pasado el mediodía, en otro mensaje desmentía la versión inicial. “No esta confirmda la muerte de 4 personas (sic)”. Y minutos más tarde enviaba un boletín con dos párrafos repetidos en el confirmaba la existencia de al menos 14 heridos y ninguna víctima mortal.
De esa cifra, cuatro correspondían a niños atendidos en el Hospital Baca Ortiz e insistió con esa información en su cuenta de Twitter. Este Diario confirmó la presencia de solo tres menores en esa casa de salud y de al menos tres más en el Hospital Pablo Arturo Suárez hasta el cierre de esta edición.