Ecuador y Venezuela usan los radares de China

Infografía: Los sistemas de radares en América del Sur. Fuente: Grupo de Diarios de América GDA / EL COMERCIO

Infografía: Los sistemas de radares en América del Sur. Fuente: Grupo de Diarios de América GDA / EL COMERCIO

Los ocho días de plazo se vencen mañana. El comandante general de la FAE, brigadier general Enrique Velasco, deberá responder a la Fiscalía General y remitir copias certificadas del contrato firmado entre la firma CETC y el Ministerio de Defensa para la compra de cuatro radares chinos por USD 60 millones.

El documento de 52 página suscrito por el entonces comandante de la FAE, brigadier general Enrique Bohórquez, y el apoderado de CETC, Zang Jiayong, revela cómo el 19 de diciembre del 2008, la Comisión Técnica de la Fuerza Aérea seleccionó a CETC pese a las observaciones en el proceso.

Diez días antes de la adjudicación (siete firmas presentaron sus propuestas), la Subcomisión Técnica presentó un informe y reveló que “en el aspecto legal existen observaciones para todos los oferentes”. En la fase técnico-operativa, solo “la empresa Geiec fue la que cumplió con los pliegos”.

La comisión dio 72 horas para que las firmas presenten sus respuestas oficiales. Pero testimonios que desde el 16 de mayo reposan en la Fiscalía señalan, además, que la empresa CETC tampoco cumplió con el sistema de enfriamiento de los radares.

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En oficio 76-EE-J-O-2008 CIRC.CMTS, del 14 de noviembre del 2008, la Comisión de Selección aclaró que “el oferente deberá presentar transmisores con enfriamiento por ventilación”, es decir por aire y no líquido.

Por eso, la Fiscalía pidió que la FAE presente informes y catálogos presentados por el vendedor chino, “en donde se indica que la descripción técnica de los radares YLC-18 y YLC-2V tienen exclusivamente enfriado por agua” y no por aire como se establecía en las bases del concurso.

Es precisamente esa aclaración la que formó parte del proceso.

Pero estos no fueron los únicos problemas. En un informe firmado en mayo del 2009, el hoy jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., teniente general Leonardo Barreiro, reconoce que para la adquisición hubo dos concursos.

Pero el primero abortó, porque “ninguna de las ofertas cumplía con los requerimientos precontractuales establecidos”.

Según Barreiro, ese llamado se archivó y se abrió otro en el que la empresa china resultó ganadora.

Ahora, esa firma es investigada en la Fiscalía. Documentos del caso también ingresaron el 5 de abril pasado a la Contraloría y allí se dice que el radar YLC 18 no mantiene un sistema interconectado con ningún avión.

Tres años del contrato

El contrato para la compra de los radares chinos se formalizó el 8 de junio del 2009. Es decir, mañana se cumplen tres años de esa firma y la fase de pruebas de estos aparatos no termina. Esto ocurre, pese a que la adquisición se concretó a través de la figura de emergencia. En el contrato, incluso se dice que la compra de esta tecnología es ‘imperiosa’ y que “permitirá dar la alerta temprana a la fuerza de reacción inmediata y así repeler cualquier amenaza externa o interna que ponga en riesgo los intereses nacionales”.

En ese documento también se dice que en la compra debe incluir asesoramiento y entrenamiento técnico-operativo. Así como un ‘stock’ de repuestos que permitan la sostenibilidad de las operaciones en el tiempo.

Además, poner en marcha una integración de la señal desde los radares que dispone la Fuerza Aérea, con los radares nuevos y los de la Dirección de Aviación Civil (DAC). Con eso -según el contrato- se tendrá a disposición un cuadro de mando en tiempo real y “permitirá tomar decisiones en forma oportuna y efectiva”.

Fuentes militares han manifestado que estos procedimientos se concretan paulatinamente, aunque se desconoce la fecha exacta de cuándo entrarán a operar los radares en un 100%.

Lo único que se ha dicho es que de no estar comprobada totalmente la operatividad, los aparatos no serán recibidos.

Los cuestionamientos

Solo después del accidente de la avioneta mexicana, el 13 de mayo en Pedernales, el ministro de Defensa, Miguel Carvajal, señaló que la fase de pruebas comienza a finales de este mes.

Según documentos oficiales, eso ya debía estar listo en enero del 2011. Precisamente este incumplimiento es investigado.

La Fiscalía pidió a la FAE que también entregue informes para verificar si por los retrasos se han cobrado multas o se han ejecutado las garantías. Pero desde la Comisión Legislativa de Fiscalización se aseguró que aquello no se ha cumplido hasta el momento.

Es más, la firma china recurrió a la Procuraduría para que ese organismo plantee una mediación.

El representante legal de CETC, Juan Carlos Guerra, deberá comparecer a la Fiscalía a las 09:00 del martes próximo.

Este Diario se comunicó con Guerra, pero dijo que no comentará del caso, porque “el contrato es confidencial” y aseguró que como tal el documento no debía ser difundido por nadie. “Yo no sé cómo ahora el contrato se ha hecho público si es reservado”, señaló.

El comandante de la FAE, en cambio, deberá comparecer un día antes. A él se le pidió además que entregue copias certificadas en donde la Comisión Técnica de Selección resolvió adjudicar el contrato e informes de la sesión del 19 de diciembre del 2008.

A las 10:00 de ese día se debía declarar desierto o adjudicado el proceso. Sin embargo, los técnicos se tomaron un día más para definir al ganador del concurso.

La denominada Subcomisión de Sistemas Radáricos fue la que determinó que “la única empresa que cumple los aspectos técnicos, económicos y legales es CETC”.

Venezuela tiene 10 radares chinos, no todos operan

Grupo de Diarios de América,  GDA

Venezuela abrió las puertas en la región  a la empresa China Electronic Technology Group Corporation (CETC). Lo hizo en el 2005, para la adquisición de 10 radares del tipo JYL-1, para fortalecer la capacidad del Comando de Defensa Aérea. La inversión alcanzó USD 150 millones,  pero siete años después, no todos los artefactos se encuentran en funcionamiento.

Los radares chinos adquiridos por Venezuela tienen problemas con la electricidad y el mantenimiento. Según el viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana, Néstor Reverol, se busca establecer  una red que permita una respuesta temprana cuando se detecte un vuelo sospechoso. Estas contingencias serían atendidas con los Jet K-8 chinos. En la defensa venezolana también hay radares del tipo  Smart-S Mk2 holandeses y 3D Star  israelí, operados en el Caribe por la Marina.

Según fuentes militares de Venezuela,  los equipos chinos  se encuentran  distribuidos en los  sectores de  El Vigía, Montecano (Falcón), Mene Mauroa, San Fernando de Apure, La Esmeralda, Base Libertador, Los Teques, Luepa, Santa Bárbara de Barinas y Cerro Copey de Margarita.

En ese escenario, el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, Tareck El Aissam, afirmó que 36 pistas clandestinas utilizadas para el tráfico ilícito de drogas han sido destruidas en lo que va del  2012 . Y que entre el 2007 y el 2012 han sido inhabilitadas 333 pistas clandestinas, para evitar que  droga llegue a territorio venezolano y que Venezuela sea usada para tránsito.

En la región, la empresa CETC logró concretar un acuerdo, además de con Venezuela, solo con Ecuador, en el 2009. Lo hizo para la venta, por USD 60 millones de cuatro radares: dos del tipo YLC-2V, de largo alcance, y dos YLC-18, de corto alcance, para la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Estos equipos están en pruebas.

China intentó abastecer a Argentina. Tras varios intentos de licitaciones internacionales fracasados, el Gobierno sudamericano optó por la fabricación local En septiembre  fue instalado el primero de seis radares 3D, diseñados por la empresa argentina Invap, cuyos datos son analizados en el Centro de Vigilancia y Control del Espacio Aéreo que opera la Fuerza Aérea Argentina.

Ese radar, denominado RPA, fue probado en  ejercicios aeronáuticos. En promedio, cada año se visualizan en los sistemas de radares argentinos unos 50 vuelos que tienen características de avionetas usadas por contrabandistas. Esa es la cifra de la Fuerza Aérea, pero solo incluye los sectores controlados por los radares. Hay otros dos FPS113, donados por España hace dos años, y dos radares TPS 44 del Ejército.

Uruguay controla su espacio aéreo con dos radares ARSR-3D (M) españoles. La Fuerza Aérea de Colombia cuenta con cinco  radares que permiten la ubicación de aeronaves sospechosas; todos funcionan. Este país, al igual que Chile y Brasil  consideran asunto de seguridad  la información específica de sus equipos.

Brasil en los últimos días hizo público que cuenta con radares estadounidenses del tipo TPS-B34, que serán utilizados para garantizar la seguridad durante la cita de jefes de Estado Río+20 en este mes.

En otros países  

Costa Rica no cuenta con radares para la interdicción en el espacio aéreo, afirmó el ministro de Seguridad, Mario Zamora. Si se necesita ubicar una aeronave se pide apoyo a naciones amigas.  Hace 20 años hubo un radar, pero fue devuelto a los EE.UU.  por los costos de mantenimiento.   

Puerto Rico  no ha adquirido radares. La seguridad aérea de la isla es un asunto que opera bajo la jurisdicción de Estados Unidos.

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