Lo insultó y lo golpeó. Le dio cuatro puñetes en el cuerpo, una patada y le pidió que se largara. Ese relato se recoge en un informe de la Fuerza Terrestre (Ejército) que da cuenta de la supuesta agresión al conscripto del Ejército Rommel C., el 16 de enero pasado, que se hizo pública esta semana.
En el informe que 38 días después llegara al comandante del Fuerte Militar Salinas, teniente coronel Luis de la Torre, el conscripto Rommel C., dijo que cuando limpiaba las suites, que quedan diagonal a la prevención de la Fuerza Naval, un vehículo se paró y “un señor de la Marina” se bajó.
“En ese momento salió corriendo un perro blanco y el señor de la Marina me ordenó que cogiera al perro. A lo que estaba siguiendo me detuvo otro señor de contextura delgada, alto y de civil que me dijo: ladrón y me golpeó”.
¿Quién agredió al conscripto? Según las investigaciones del Ejército (el 4 de marzo el teniente coronel Luis De la Torre, comandante del GA.5 Atahualpa, sumilló el documento), el contraalmirante Luis Jaramillo Arias habría agredido a Rommel C.
La supuesta agresión ocurrió dos días después de que Jaramillo fuera posesionado como comandante de Operaciones Navales y jefe de la Primera Zona (Guayaquil) en lugar del vicealmirante Jorge Gross, ahora comandante de la Fuerza Naval o Marina (ver entrevista adjunta).
Ayer, el tema se analizó con sigilo en la Marina y en el Ejército; oficiales de las dos ramas admitieron que este hecho generó un ‘ impasse’ entre las dos fuerzas. El contraalmirante Jaramillo, en entrevista telefónica con este Diario, criticó al oficial del Ejército que lo involucró en su informe. Dijo que se trata de una serie montada por “un sinvergüenza”.
¿Qué interés puede tener un oficial para elaborar un informe negativo? “El señor (De la Torre) era comandante del batallón Atahualpa y quiso emprender una serie de actividades como paseos turísticos en bote en la bahía. Eso no se puede hacer sino solo a través de la autoridad marítima. No se pueden utilizar medios del Estado para cosas que no están en la Ley. Y no lo permití”, respondió.
Jaramillo dijo que tras las indagaciones, el comisario de Policía de Salinas, Luis Hidalgo, declaró “sin lugar” la demanda presentada en su contra por la supuesta agresión al conscripto, y multó con USD 14 al denunciante.
Al consultarle qué pasó el día de la supuesta agresión, Jaramillo prefirió no seguir y señaló que hoy ampliará esos detalles.
Pero este Diario accedió a dos declaraciones más que señalan que sí ocurrieron los golpes.
“Un señor de contextura delgada, blanco y de cabello cano le insultó (a Rommel C.) diciéndole ladrón y le comenzó a caer a golpes sin preguntarle qué estaba haciendo o por lo menos le explique por qué razón él estaba siguiendo al perro”, sostuvo otro conscripto en forma escrita.
Otra persona testificó que “luego de que el conscripto recibiese la agresión psicológica y física se dirigió a continuar con la limpieza de la suite que queda diagonal a la prevención de la Marina”.
En el informe de De la Torre se recomienda que “este caso no quede en la impunidad por más jerarquía que se ostente, haciendo respetar los derechos fundamentales de la Constitución”.
En los antecedentes, el oficial dice que estos maltratos “aislados” al personal subordinado afectan a “la buena imagen del Ejército”. Es más, recuerda que
Ecuador es signatario de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, “entendiéndose como tal a todo acto realizado intencionalmente a una persona ocasionándole penas o sufrimientos físicos…”.
En el 2010, a la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu) llegaron cuatro casos de militares. Dos de ellos tienen relación con homicidio y amedrentamiento. En este año hubo otras denuncias, pero relacionadas con enfrentamientos entre militares y policías durante la insubordinación policial del 30-S.
Entre los militares, ayer se comentaba que las agresiones a los conscriptos prácticamente son nulas en el momento.ç
Otros hechos en FF.AA.
El 8 de octubre del 2002, el conscripto Carlos P., denunció maltratos de sus superiores. Según él, le condenaron a cargar una llanta en los hombros por 15 días, como sanción por haber llegado tarde al cuartel.
En la Asamblea Constituyente de Montecristi se eliminó la conscripción obligatoria en las Fuerzas Armadas. Desde el 2008 el servicio militar para mayores de 18 años es voluntario.