Un grupo de obreros daba los últimos retoques este jueves a las oficinas donde funcionará desde este mes la nueva Unidad de Flagrancias de Guayaquil. El espacio se acondiciona en la planta baja de la Unidad de Vigilancia Comunitaria de la Policía, en el ex Cuartel Modelo, en el norte de la urbe.
Allí atenderán 18 fiscales y ocho jueces de flagrancias, junto con un tribunal penal, para resolver delitos que requieren resolverse en un máximo de 30 días.
La edificación se modificó para que tanto infractores como perjudicados tengan accesos diferentes, lo que busca evitar que haya interacción entre víctima y victimario. También dispone de celdas para la reclusión temporal de los infractores mientras se realiza la audiencia de flagrancia.
En el espacio de 3 000 m2 habrá, además de los tribunales de flagrancias, oficinas para defensores públicos, médicos legistas, peritos, trabajadores sociales y psicólogos.
Fernando Yávar, vocal del Consejo de la Judicatura de Transición recorrió por la mañana las instalaciones, que deberán ser entregadas al final de este mes. Según el funcionario, el objetivo con la concentración de servicios en un solo espacio, es agilizar los procesos por delitos flagrantes, cuando hay detenidos y testigos de delito.
Yavar anunció que cuando el nuevo espacio empiece a funcionar, las dependencias donde actualmente atienden los fiscales, jueces y el tribunal de Flagracias, ubicados en las instalaciones de la Policía Judicial del Guayas, cerrarán definitivamente.