El fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, se irritó ayer al ingresar al Centro de Internamiento Masculino de Adolescentes Infractores de Guayaquil, cuando fue revisado e impedido de usar su celular. “Al Fiscal le quitaron el celular, (pero) me sorprende que haya celulares aquí dentro”, dijo.
Con ello hacía alusión a la denuncia de un grupo de familiares de menores infractores. Ellos manifestaron que desde el interior del centro reciben constantes llamadas extorsivas, en las cuales se exigen recargas a cambio de no maltratar a los adolescentes. “Me piden todo el tiempo recargas de USD 6 y 10 para darle seguridad a mi hijo”, denunció uno de los padres.
Otra madre de familia relató que su hijo de 17 años fue ingresado por una infracción el miércoles pasado y que “desde entonces no me lo dejan ver”.
Chiriboga criticó las condiciones en las que permanecen internados los adolescentes. “Están en unas condiciones inadecuadas, faltan colchones, hacen falta más controles y he visto que las condiciones sanitarias no son las mejores”, aseguró.
El Fiscal dijo que investigará las denuncias sobre sobornos hechas por los familiares de los menores, así como las versiones de supuestos maltratos por parte de guardias y colaboradores del centro. “Creemos que las condiciones de estos centros no están dando los resultados para tratar de recuperar a estos menores, para que tengan una mejor inserción en la sociedad”.