Al pedido de remoción de la cúpula policial de Azuay solicitado el viernes anterior por el gobernador, Leonardo Berrezueta, se sumó ayer el del alcalde de Cuenca, Paúl Granda. También de la Defensoría del Pueblo y de Derechos Humanos del Azuay. 12 días después de la persecución policial contra Barros y sus cuatro compañeros, que se movilizaban en un Chevrolet Blazer por la Panamericana norte (entrada de Cuenca) recién ayer el jefe del Comando de Azuay, Edmundo Merlo, contó su versión.
“No puedo adelantar si hubo uso progresivo de la fuerza y por qué se dieron los disparos. Eso le compete aclarar a las autoridades, que avanzan en la investigación”, dijo el oficial.
Aseguró que no tiene responsabilidad en que el policía sospechoso esté prófugo desde el 9 de este mes. Ese día, el agente se encontraba franco desde las 08:00 hasta las 20:00.
A las 17:00, Juan Carlos A. no se presentó a la audiencia de formulación de cargos donde una hora más tarde se emitiera prisión en su contra.
La crítica contra la Policía aumenta
Al pedido de remoción de la cúpula policial de Azuay, solicitado el viernes anterior por el gobernador Leonardo Berrezueta, se sumaron ayer el alcalde de Cuenca, Paúl Granda, la Defensoría del Pueblo y de Derechos Humanos. 12 días después de la muerte del estudiante Edwin Barros, de 21 años, no hay resultados positivos de la investigación policial. El agente Juan Carlos A., implicado en el caso no se presentó ayer, a las 17:00, a la audiencia de formulación de cargos, y el jefe del Comando de Policía del Azuay, Edmundo Merlo, dijo que no es responsable de que el sospechoso esté prófugo. Red. Cuenca.