Entre sus alumnos, los profesores escuchaban conversaciones sobre la ‘h’ y el ‘perico’. Pensaban que eran claves entre jóvenes, pero después se enteraron que se referían a la heroína y la cocaína.
Con ese antecedente, los docentes de colegios del Suburbio guayaquileño rediseñaron sus planes de contingencia para contrarrestar el presunto consumo y expendio de drogas al interior de los establecimientos.
En la secretaría de un colegio resalta un afiche de Antinarcóticos. ‘Denuncia el consumo de marihuana, achís, cocaína…’
El rector advierte que “el sector es muy conflictivo. Los jóvenes están expuestos a riesgos”.
El posible consumo de estupefacientes es uno de ellos. Por eso, tras el pedido del Ministerio de Educación de diseñar planes de contingencia para evitar estos casos, el rector dice que reforzaron el que ya ejecutaban desde el inicio del año escolar.
En este colegio, donde estudian 500 alumnos, conformaron brigadas de vigilancia. En la entrada y salida, así como en los recesos, los educadores controlan el bar, los patios, los baños…“También, dentro del cronograma anual, les damos charlas sobre el uso indebido de alcohol y drogas a jóvenes y padres”.
En otro colegio, donde estudian 700 adolescentes, el panorama es similar. La rectora encargada dice que la peligrosidad de la zona es un “grave inconveniente”.
Desde abril, en este plantel los docentes realizaban controles en el exterior. Pero un maestro fue asaltado y otro amenazado.
Desde entonces apostaron por la vigilancia interna. Allí elaboraron un mapa para identificar los puntos ‘críticos’ (la cancha, los baños y la pared que colinda con un parque).
Los padres también tendrán tareas. El colegio registrará a 28 padres y madres para que colaboren con el control. “Nos amparamos en el artículo 39 del Código de la Niñez que menciona que el padre debe participar en el desarrollo de los procesos educativos de sus hijos”.
Hasta la tarde de ayer, Juan Carlos Rodríguez, subsecretario de Educación del Distrito de Guayaquil, recibió la mayoría de planes de 150 colegios públicos de Guayaquil, Durán y Samborondón. Hasta el viernes, 500 particulares lo harán.
Una comisión revisa las propuestas de los rectores. Luego se reunirán con los educadores para emitir indicaciones.
En otros centros educativos ya se aplican medidas. La tarde de ayer, el vicerrector de un establecimiento mantuvo una reunión con los padres. Ahí se les entregó una encuesta. “Queremos saber qué tanto conocen a sus hijos, si saben quiénes son sus amigos, si les controlan la tarea… A simple vista, ni el 40% lo hace”, señaló una de las profesoras.
El tema volvió a escena luego de la muerte de una menor por supuesta sobredosis de droga.