Definir planes para evitar el consumo y expendio de drogas dentro de los colegios es la tarea que encomendó la viceministra de Educación, Mónica Franco, a los rectores de los colegios de Guayaquil. Ayer venció el plazo de 48 horas que la funcionaria dio para definir una estrategia de vigilancia.
Esto, luego del fallecimiento de una alumna de 13 años por un presunto consumo de estupefacientes y tras el aislamiento de varios estudiantes.
Los planes antidrogas consisten en organizar controles en el ingreso y salida de los establecimientos, así como durante los recesos.
Esta planificación debe incluir a profesores y padres de familia. Hasta la tarde de ayer, solo 16 de 150 planteles habían presentado sus informes, detalló Juan Carlos Rodríguez, subsecretario de Educación del Distrito de Guayaquil.
Además, 500 colegios particulares de Guayaquil, Durán y Samborondón deberán presentar sus estrategias hasta la próxima semana. La semana pasada, la viceministra Franco recordó que los directivos deben retomar el Instructivo de Disciplina, emitido en el 2010.
“Los rectores tienen que aplicar una estrategia de prevención para detectar síntomas que acechen la seguridad de los alumnos”. La Dinapen y Antinarcóticos hacen recorridos en los exteriores de los planteles que han reportado problemas.