Cumplió 33 años el día en que murió. Carlos Alberto A. salió a las 23:00 del sábado de su casa, ubicada en la cooperativa Cristal, en el Guasmo Sur de Guayaquil.
Caminó un par de cuadras hasta una barra-bar donde celebraría su cumpleaños. Pero a la 01:30 un hombre ingresó al lugar con un revólver y le dio tres disparos en el pecho.
“Nos avisaron y salimos corriendo. Él solo salió a bailar y a tomar un poco. No comprendemos por qué lo mataron de esa forma, si no se metía con nadie”, dijo entre sollozos la viuda, Laura R.
El fallecido trabajaba en una compañía de reciclaje de vidrios. La mañana de ayer, sus familiares se amontonaron en los exteriores de la morgue a la espera de los resultados de la autopsia.
Desde el balde de una camioneta, su hijo de 12 años escoltó el féretro que fue llevado hasta su casa para el velatorio.
A la morgue de la Policía también fue trasladado el cuerpo de Armando M., de 24. Este guardia de seguridad salió a las 23:00 del sábado rumbo a su trabajo.
Mientras transitaba por la ciudadela Ferroviaria I, en el cantón Durán (Guayas), fue interceptado por un hombre, que lo amenazó con un cuchillo para robarle su teléfono celular. Armando M. se resistió al asalto y el delincuente le asestó tres puñaladas en el cuello. “Lo degollaron por un BlackBerry”, dijo uno de sus familiares, que prefirió no identificarse.
Otra muerte violenta ocurrió en la cooperativa de vivienda Antonio Neumane, en la Isla Trinitaria, sur de la ciudad. A las 18:00 del sábado, Francisco M., de 16 años, se movilizaba en una motocicleta con su esposa.
Según testigos, dos hombres desde otra moto lo alcanzaron y le dispararon cuatro veces. Los moradores de la zona presumen que fue un ajuste de cuentas.