Entrevista a Luiz Coimbra, especialista principal de la Secretaría de Seguridad multidimensional de la OEA.
En estos días se presentó la Tercera Encuesta de Victimización en Quito. Pero a escala nacional, solo Guayaquil, Cuenca y la capital tienen sus Observatorios de seguridad ciudadana que trabajan con cifras e identifican lugares con mayor violencia. ¿Cuán difícil es afrontar este problema si no se tiene una base estadística?
Sin cifras estamos haciendo políticas (de seguridad) a ciegas. Por ejemplo, en educación ¿cómo abrir más escuelas si no hay estadísticas que digan que son necesarias? En seguridad se dice que la Policía necesita gastar tanto para comprar cámaras, pero no sabemos si eso sirve o no.
Por lo tanto, ¿las políticas no funcionan?
Ese es uno de los mayores problemas de las políticas en seguridad: la falta de información. Se dice que hay muchos crímenes en una calle y la respuesta es inmediata: pongamos cámaras o policías. No hay una política real. No se sabe cómo actuar en cada sector de las ciudades.
¿Cómo confiar en las estadísticas si instituciones como la Fiscalía y la Policía manejan cifras diferentes?
Lo más importante es saber identificar el origen de estos datos: los registros de Policía son muy importantes, pero igual de importantes son los registros de las fiscalías, entidades de salud, tribunales, encuestas de victimización, etc. Un dato fortalece al otro y nos ayuda a tener una visión más completa de la situación de un determinado país. No importa que no sean iguales.
¿Por qué en las estadísticas de los Observatorios generalmente aparecen cifras de víctimas o delitos denunciados, pero no los relacionados con gastos en salud por la violencia o del presupuesto para combatir este mal?
Se ha dado un primer paso, que es mejorar los datos duros. Ahora es el momento de que los Observatorios y otras entidades encargadas de recolectar, organizar, analizar y difundir información sobre seguridad pasen a adoptar una perspectiva más completa del fenómeno de la seguridad y violencia. Es necesario incluir entre sus indicadores informaciones sobre seguridad privada, crimen organizado, uso de armas de fuego, presupuesto gubernamental de seguridad. Además, información económica y social que influye sobre la seguridad.
¿Cómo está América en cuanto al manejo de estadísticas de violencia?
La mayoría de los países de las Américas tienen datos desorganizados, sobre criminalidad y violencia. En muchos casos no llegan a transformar estos datos en información útil para el monitoreo de sus políticas. La cifra necesita ser procesada, comparada y analizada para transformar en información. Ecuador hace esfuerzos. Quito, Guayaquil y Cuenca trabajan bastante duro es esto.
¿Qué dice de Ecuador el Observatorio Hemisférico de Seguridad de la Organización de Estados Americanos (OEA)?
Ecuador tiene problemas con la violencia intrafamiliar, con el crimen organizado, tráfico de alcaloides. En las escuelas los chicos tiene acceso a drogas, el crimen organizado mata usando armas de fuego. Las armas que se comercializan en forma ilegal. Esto está presente también en otros países. El problema está generalizado.
Usted habla del crimen organizado. Investigadores dicen que por la presión armada que existe en México, los carteles del narcotráfico están mirando a América del Sur como las nuevas rutas para sacar la droga al exterior ¿Qué conoce de ello?
El tema de la violencia, criminalidad y la seguridad pública en el hemisferio es uno de los temas más importantes de hoy para los ciudadanos. La OEA está trabajando en el sentido de intentar hacer que los países, de forma organizada, puedan enfrentar a las amenazas del crimen organizado. Notamos que si en los últimos 10 años las principales tasas de criminalidad se mantienen más o menos equilibradas, existe un tránsito de efectos de criminalidad de un país a otro.
¿A qué se refiere?
En la medida que se actúa sobre un país para lograr liberarlo de la amenaza del crimen organizado hay una movilidad de los criminales y pasan a otro país, como sucedió con México.
Entonces, ¿es difícil frenar el avance de la violencia?
Ahí viene el papel de los organismos multilaterales, de la OEA, de la acción coordinada de los países. No es posible frenar el avance del crimen organizado solo desde un país.
¿La OEA no se ve debilitada? La violencia continúa y con más fuerza…
En 10 días, la OEA está organizando, en Trinidad y Tobago, una reunión de ministros de Seguridad Pública. ¿Qué ha hecho la OEA? Hay algunos hechos claros como la firma del Tratado Interamericano contra las armas convencionales, la firma del tratado sobre registro de armadas de fuego. El Observatorio de Hemisferio de Seguridad informa que en la gran mayoría de los países del Hemisferio las armas de fuego son las responsables en por lo menos el 70%, de los crímenes.
Pero ese avance del crimen organizado revela la debilidad de los Estados…
Algunos Estados tienen mucha dificultad para enfrentarlo, porque el crimen organizado es mucho más grande que el Estado.
¿Como para desestabilizar las democracias?
Talvez es la mayor amenaza a los Estados. El crimen organizado es capaz de desestabilizar un país. Pero el fortalecimiento de las naciones es una manera de garantizar la democracia.
¿Y cómo fortalecer si hay investigadores que dicen que, por ejemplo, el dinero del lavado de activos incluso podría ser el soporte de una economía?
Si pensar que la economía ilegal del crimen organizado puede ayudar a un país también se puede decir que en un determinado país se consume más, se produce más o se construye más con recursos ilegales. Pero por otro lado ¿quién detiene esos recursos? ¿Donde está la justicia, los partidos políticos, democracia, control social de esos recursos?
SOBRE EL ENTREVISTADO
Su experiencia. Luiz Coimbra coordina el Observatorio de Seguridad Hemisférica de la Organización de Estados Americanos. También es sociólogo y tiene una maestría en Historia.
Su punto de vista. Dice que no es posible frenar el avance del crimen organizado solo desde un país. Cree necesaria una acción coordinada.