Jefferson Ostaiza no fue ayer en la sentencia que emitió el Tribunal Segundo de lo Penal de Esmeraldas, dentro del caso Huracán de la Frontera.
Según la Policía Antinarcóticos, él supuestamente era el líder de una red de narcotráfico que en Ecuador hasta el 2008 con el apoyo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el cartel de Sinaloa.Fernando Otoya, presidente del Tribunal, recordó que Ostaiza se encuentra prófugo y que “en ausencia del imputado no se podía emitir una sentencia”.
Ayer, diario El Tiempo de Bogotá publicó que Ostaiza está en la selva colombiana bajo la protección de las FARC (ver recuadro).
Sus hermanos, Édison y Miguel, permanecen recluidos en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil. El Tribunal los condenó a 12 y seis años de prisión, respectivamente.
Miguel Ostaiza fue hallado culpable “en el grado de cómplice del delito de tenencia ilícita de sustancias estupefacientes y psicotrópicas” reza en la sentencia fechada el 18 de mayo pasado. Además de los seis años de prisión, deberá pagar una multa de 500 salarios mínimos vitales. Es decir USD 120 000.
La sentencia fue firmada luego de 25 días, desde que terminó la audiencia de juzgamiento del caso, el 24 de abril. Según el artículo 305 del Código de Procedimiento Penal, un fallo debe emitirse el mismo día de la audiencia.
“El tribunal deliberará de modo continuo y permanente hasta que llegue a una decisión y no podrá suspender la deliberación. Una vez que el tribunal tenga una decisión, el Presidente dispondrá la reinstalación de la audiencia y dará a conocer oralmente a los sujetos procesales su decisión de declarar la culpabilidad o confirmar la inocencia de los procesados”, reza la norma.
Édison Ostaiza fue sentenciado como autor por tenencia ilícita de drogas. “Consecuentemente se le impone la pena de 12 años de reclusión mayor” y la misma multa de USD 120 000. Otras cuatro personas fueron halladas culpables por el mismo delito; dos más por encubridores y ocho fueron absueltas de los cargos. Entre ellas el ex subsecretario de Gobierno José Ignacio Chauvín.
El funcionario llegó ayer a Esmeraldas para conocer de primera mano la decisión del Tribunal. Acudió al despacho del juez Otoya en compañía de sus abogados, Raúl Llerena y Ramiro Román.
Chauvín agradeció al juez por el fallo y le estrechó la mano. Otoya le dijo que solo cumplió con su deber. “Las pruebas aportadas por la Fiscalía no fueron suficientes y de ninguna manera se estableció responsabilidad del señor Chauvín con el delito de narcotráfico”, afirmó el Presidente del Tribunal.
Luego, Chauvín se solidarizó con los hermanos Ostaiza y dijo que su amistad se había resquebrajado. “Él (Jefferson) era muy amigo mío, de los que se sale a tomarse un trago, pero yo no sabía todo lo que estaba haciendo”.
Para el juez Otoya, esa relación de amistad no vincula al ex subsecretario de Gobierno con la red de narcotráfico que supuestamente encabezaba Ostaiza. “Eso fue lo que yo siempre sostuve”, agregó Chauvín.
Según Antinarcóticos, la captura de Jefferson es clave, pues él podría dar más información sobre el caso y también sobre la presencia del narcotráfico en Ecuador y los nexos con los carteles de México.
El fiscal que investigó a Chauvín, Jorge Solórzano, criticó ayer la decisión de absolverlo. “Voy a apelar porque todavía tengo dos instancias que pienso usar: la consulta a la Corte Provincial y la casación en la Corte Nacional”.
José Ignacio Chauvín dijo que era consciente de que se viene una nueva etapa jurídica, pero minimizó las acciones que anunció la Fiscalía. “El que nada debe nada teme. Que presenten los recursos que quieran. Nosotros sabremos responder”.
El ex funcionario agradeció a sus familiares y amigos por el respaldo y apoyo económico que le brindaron. “Ha sido muy duro (el juicio). Realmente me cambió la vida. Este caso me ha dejado quebrado económicamente, estoy comercializando concha para sobrevivir y me han cerrado todas las puertas muchos de los supuestos amigos que tenía me dieron la espalda cuando los necesité”.
Al ser consultado si seguirá apoyando al Gobierno, desde la organización Brigadas Simón Bolívar (BSB), dijo que en los próximos días viajará a Loja para definir las acciones a seguir. En el encuentro está previsto que se le devuelva el mando de las BSB.
Bogotá tiene pistas de un Ostaiza
Hasta ayer, el paradero de Jefferson Ostaiza era incierto. Sin embargo, el Tiempo de Bogotá difundió los resultados de la denominada Operación Mariscal que el ejército colombiano realizó el 8 de mayo en el Valle del Cauca.
En ese operativo, los uniformados capturaron al hermano de Jorge Neftalí Umenza, alias ‘Mincho’, jefe del frente 30, quien está pedido en extradición por Estados Unidos. Y comprobaron la presencia de Ostaiza en la zona.
Las declaraciones de guerrilleros detenidos en el operativo dan cuenta que Ostaiza está con alias ‘Mincho’. “El señor ‘Javier’ (alias de Ostaiza) reemplazó por unas semanas a ‘Mincho’, cuando se enfermó del apéndice. Él se dedicó a lo financiero”, dijo uno de los capturados. Además, aseguró que el ecuatoriano era el “contacto directo con la gente de México (cartel de Sinaloa) y Nicaragua”.
Los investigadores de la Policía colombiana conocieron de la presencia de Jefferson Ostaiza en la zona a principios de este año, cuando un informante les habló de que el ecuatoriano estaba en el campamento de ‘Mincho’.
Allí comenzó un seguimiento que terminó con la descripción física que entregaban los informantes. Esta era igual a la circular roja que Ostaiza tiene en la Interpol. “También supimos que Ostaiza entró al país meses después de la operación contra ‘Reyes’. Primero fue recibido por ‘Tovar’ en Putumayo, y luego huyó a las selvas”, dice un investigador.