El asesinato de Raúl Valencia ocurrió el 22 de noviembre del 2009 y sigue impune. Eran las 20:00 cuando dos desconocidos, que se movilizaban en una motocicleta, ingresaron a una discoteca en Quinindé, Esmeraldas, y abrieron fuego.
Valencia, quien era futbolista profesional, fue trasladado a una casa de salud, todavía con signos vitales tras haber sido baleado tres veces en la cabeza. Pero cuando iba a ser intervenido quirúrgicamente, los médicos determinaron su muerte.
Ninguna autoridad judicial se ha pronunciado sobre el caso. En la Policía no hay mayores detalles de la investigación. Los familiares aún esperan justicia.