La mañana del 7 de enero del 2007, el estudiante Paúl Guañuna, de 17 años, fue hallado muerto bajo el puente de Zámbiza.
La noche anterior, él y dos amigos fueron detenidos por la Policía. Dos fueron liberados, mientras que no se supo nada de Paúl hasta el otro día cuando lo encontraron muerto en un canal de aguas servidas. Los resultados de la primera autopsia indicaron que Paúl se suicidó lanzándose del puente. Otra prueba determinó que lo torturaron.
Leonardo, padre del fallecido, cuenta que los culpables fueron condenados a 20 años, pero les redujeron la pena a nueve. A su juicio, el dilatamiento del caso constituye un atentado contra los derechos humanos.