La cárcel lojana fue tomada durante cuatro horas
En el suroriente de Loja. Unos 50 policías y 18 bomberos con tres motobombas esperaron en la mañana, en el exterior de la cárcel.
Cuatro horas duró el motín en el Centro de Rehabilitación de Loja (CRS-L). A las 09:30 de ayer, un grupo de internos se tomó parcialmente las instalaciones en rechazo a las medidas de seguridad adoptadas por el director, Benjamín Montero.
Ellos solicitaban la derogación de nuevas disposiciones y la salida del director. El fiscal provincial de Loja, Patricio Cueva, llegó a las 11:00 para participar en el diálogo. Según él, las demandas de los detenidos eran de carácter administrativo. “Querían que se mejore la alimentación y que permitan que sus familiares les lleven ropa y artículos de limpieza”. Otros pedidos de los internos eran el ingreso de sus parejas y el cambio de un guía. Según Cueva, se llegó a un acuerdo con el Director de la cárcel. Los pedidos referentes a los familiares y sobre la alimentación fueron aceptados.
Una de las esposas de los internos, Ruth G., se comunicó vía telefónica con los medios de comunicación. Ella ingresó 10 minutos antes de que se iniciara el motín. La mujer relató lo que ocurría en el interior. En la protesta, según testigos, un guía fue tomado como rehén y fue liberado luego del diálogo. Antes de llegar a un acuerdo, el movimiento era intenso en los exteriores de ese centro carcelario.