Dos cadáveres calcinados sin identificar

En el anfiteatro de la Policía. Los familiares de Nelson S. intentaban ayer determinar si él era uno de los dos  muertos hallados en el auto. José Sánchez/EL COMERCIO

En el anfiteatro de la Policía. Los familiares de Nelson S. intentaban ayer determinar si él era uno de los dos muertos hallados en el auto. José Sánchez/EL COMERCIO

Las dos personas quedaron irreconocibles. La Fiscalía presume que las dos víctimas halladas dentro de un vehículo Hyundai Getz gris fueron asesinadas previamente y luego incineradas, la madrugada de ayer, al costado de una vía en el noroeste de Guayaquil.

Los cadáveres fueron hallados aún en llamas, cerca de la 01:30 de ayer, en un tramo del viaducto que conecta a la Nueva Prosperina con la vía Perimetral, un tramo donde no hay viviendas.

“Vi que el carro estaba encendido, con llamaradas altas. Llamé en seguida a los policías”, narró un vecino del sector. Al amanecer quedaron en la vía pocas evidencias del incendio.

Cuando los bomberos lograron apagar las llamas, media hora después de haber sido alertados, se toparon con los cuerpos dentro del automotor.

Para entonces, las llamas habían desaparecido las evidencias (documentos, ropa, objetos materiales) que hubiesen permitido identificar a los ocupantes del automotor. Hasta las 18:00 de ayer, el Departamento de Medicina Legal de la Policía Judicial del Guayas solo comprobó que se trataba de dos hombres, uno de ellos presumiblemente adolescente.

Según los primeros análisis, los ocupantes del auto no habrían muerto como consecuencia del fuego. “Estos señores primero fueron asesinados y luego quemados”, indicó el fiscal Víctor León, quien inició la indagación previa por el hecho la mañana de ayer.

“El auto habría sido quemado en ese lugar. Ellos presentan en sus cuerpos varios cortes de arma corto punzante. Todo eso, Medicina Legal nos va a informar y nos va a decir, con precisión, de qué se trata”, adelantó el agente.

Los dos cadáveres estaban sin algunos de sus miembros superiores. Hasta el cierre de esta edición no se confirmaba si los dos hombres fueron mutilados o si la falta de los miembros fue el resultado del intenso fuego.

El fiscal que dispuso el levantamiento de los cadáveres, Francisco Bodero, manifestó que los ocupantes del vehículo pudieron haber sido colocados allí, sin vida, y luego incinerados junto con el vehículo. Esto porque los dos cuerpos fueron encontrados en el asiento posterior del auto.

“La incineración de los cuerpos ha sido post mórtem, o sea, después de que perdieron la vida. (Se presume) porque no hay signos de que las dos personas hayan querido salir del vehículo”, consideró el fiscal Bodero.

Lo que quedó del vehículo fue conducido hasta los patios de la Policía Judicial. Agentes de Criminalística rescataron de entre los hierros calcinados la placa del automotor, GRW-9511. Con ella pudieron ubicar al propietario del automotor, Segundo Q., de 46 años, quien habita en el sector de Mapasingue Oeste.

El dueño del auto presentó a las 09:00 de ayer una denuncia en la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial del Guayas, por la desaparición de su sobrino político, Nelson S., a quien había prestado el auto horas antes del hecho.

“Aproximadamente a las 22:00 del miércoles le presté el auto para que fuese a recoger a su hermana a la Universidad de Guayaquil. Esta mañana me enteré, por las noticias, del vehículo incendiado y después supe que dicho vehículo era el mío”, explicó.

Los padres y amigos de Nelson S., de 26 años, llegaron hasta la morgue de la Policía para corroborar sí, efectivamente, uno de los cuerpos calcinados era el de su pariente desaparecido.

Los familiares del joven se negaron a referirse al hecho. Permanecieron en silencio en un rincón del anfiteatro, a la espera de la comprobación. Poco después de las 12:30, dos agentes de Criminalística les mostraron un cartón con trozos de ropa calcinada obtenida de los cuerpos. Los familiares revisaron las prendas, luego se abrazaron por un largo rato y se retiraron del anfiteatro de prisa.

Edwin T., familiar cercano del joven desaparecido, indicó que este laboraba como taxista informal desde hace dos años. “Me parece que estuvo con su esposa hasta las 21:30. Desde entonces no hemos sabido nada”, dijo.

Nelson S. es padre de dos niños, de 4 y 5 años. “Recuerdo que estaba buscando trabajo. No recuerdo que haya tenido problemas con nadie, era un joven tranquilo. Ojalá que esto se esclarezca pronto, que no sea él”, mencionó.

La Fiscalía dispondrá que se haga un análisis de ADN a los cuerpos para poder identificarlos. Hasta la tarde, ninguna otra persona se acercó al anfiteatro de la Policía para solicitar información sobre el otro cadáver, del presunto menor de edad.

Como parte de la indagación previa, el Fiscal mencionó que llamará a rendir sus versiones por la desaparición de Nelson S., al propietario del auto, la esposa de este, una tía y a la hermana del joven desaparecido, a quien debía recoger en la universidad.

El hallazgo de los cuerpos calcinados recuerda otro hecho similar, ocurrido seis meses atrás, en la provincia de El Oro.

En noviembre pasado fue encontrada una pareja calcinada dentro de su vehículo, en un tramo de la vía que comunica a los cantones Pasaje y Santa Rosa, en el norte de la provincia.

Se trataba de los esposos Guido Quintanilla y Yamileé Cedillo, quienes se dedicaban a prestar dinero con altos intereses.

En esa ocasión los cuerpos fueron identificados rápidamente, por documentos hallados dentro del auto. La mujer estaba embarazada de cuatro meses.

Los bomberos descubrieron en el auto una mecha de tela. Esto llevó a la Fiscalía a considerar que alguien prendió fuego al vehículo con los ocupantes dentro.

Suplementos digitales