Álvaro Pazmiño
Catedrático U. Salesiana
El problema de la inseguridad es complejo, parte de este radica en la pobreza. Tener una solución completa implica concentrarse en varios aspectos culturales y sociales a niveles micro y macro.
El Gobierno es el principal actor. Debe interesarse por dar soluciones a necesidades de educación, salud y empleo. Si los ciudadanos tenemos acceso a una formación completa y oportunidades de trabajo se evitaría que la gente tenga que robar para poder sobrevivir y bajarían considerablemente los índices de delincuencia.
A más de prevenir debemos actuar frente a lo que ya tenemos. Cada comunidad conoce sus problemas de inseguridad y violencia, buenas alternativas se pueden dar desde estos espacios de gobierno local, si todos tienen el compromiso de ayudarse y velar por el bienestar común de los vecinos. Se debe trabajar en organizaciones barriales con estrategias efectivas de solidaridad, como alarmas comunitarias.
Es necesario elevar el sentido de protección de los ciudadanos; la presencia de policías en sectores conflictivos aportarían para sentirnos más tranquilos.