Las brigadas ayudan a enfrentar la inseguridad en el sur de Quito

En Chillogallo. El sector llamado El Caballito es una de las zonas más peligrosas, según la Policía.

En Chillogallo. El sector llamado El Caballito es una de las zonas más peligrosas, según la Policía.

El hombre murió desangrado. El puñal ingresó en la pierna izquierda y quedó tendido en el piso. Sucedió hace tres semanas en la Lucha de los Pobres Media, un barrio popular en el sur de Quito. Una semana después, en el mismo sector fue asesinada otra persona.

Los dos hechos se produjeron por peleas producto del consumo de bebidas alcohólicas, según un agente que opera en la Unidad de Policía Comunitaria del lugar.Un estudio que prepara el Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana señala que una de las principales razones para la inseguridad de la gente en los barrios del sur es precisamente la venta permanente de alcohol. Estos resultados se obtuvieron tras una encuesta realizada a 183 personas que en los barrios trabajan en temas de seguridad.

En la Administración Zonal Eloy Alfaro, a donde pertenece la Lucha de los Pobres, el 85% de los encuestados atribuyó al alcohol como causa de la inseguridad. En la Administración Quitumbe, también en el sur de la ciudad, el 100% de los encuestados coincidió en aquello. Estas estadísticas son similares a los que actualmente maneja la Policía.

Los gendarmes de la Lucha de los Pobres señalan que son frecuentes los llamados de auxilio por riñas callejeras y peleas intrafamiliares producto del licor. “Siempre hacemos patrullajes en las calles. Quizá por eso no se ha elevado el número de afectados.

Un poco antes del mediodía de ayer, dos jóvenes bebían justo a un costado de la UPC de la Lucha Media. “Esto es muy frecuente, sea en la mañana, en la tarde o en la noche. Se emborrachan y se pelean siempre”, señala Marcia T., una vecina que vive 14 años allí.

En la Lucha Alta, en cambio, su presidente Miguel Coro dice que los índices de inseguridad son mínimos, pero que no descuidan las brigadas que conformaron con los vecinos. El 27 de noviembre, él y otros dirigentes entregaron en el Municipio de Quito una propuesta para coordinar las medidas de seguridad entre las Luchas Alta, Media y Baja.

Otra investigación del Observatorio señala que entre enero y noviembre de este año en la zona Eloy Alfaro se registraron 174 muertes violentas. En el mismo periodo del 2009 sumaron 151.

En Quitumbe, en 11 meses de este año se han producido 125 muertes violentas. Según estadísticas de la Policía que opera en esta Administración, entre enero y noviembre ocho personas han sido detenidas por libar en la vía pública, 62 por escándalos en la vía pública y tres por actos inmorales. Además, se aprehendieron 22 armas de fuego, 211 armas blancas y 120 municiones.

Según el Observatorio, en la Administración Quitumbe, la mayor peligrosidad está en el mercado Las Cuadras, en las afueras de los centros de expendio, El Caballito (Chillogallo) y el Camal Metropolitano (La Ecuatoriana).

La semana pasada, en el primero de estos barrios se detuvo a tres extranjeros que vendían droga al menudeo. La Policía investiga una posible relación con la red de narcos africanos que se disputaba zonas de La Mariscal, en el norte.

De hecho, agentes Antinarcóticos revelaron que esa organización delictiva intentaba tomarse cinco barrios del sur de Quito, como Chillogallo, Ciudadela Ibarra, La Magdalena, Atahualpa y Solanda; y tres del norte: Comité del Pueblo, La Roldós y Carcelén.

El mayor Denis Valverde, encargado de Operaciones de Quitumbe aclara que hasta el momento no se ha detectado las redes internacionales. “En nuestra zona tenemos expendedores de droga, pero de forma aislada. No son organizados y no presentan una organización ni muestran ningún tipo de violencia”.

Los policías que patrullan por Chillogallo descubrieron una nueva forma de vender productos ilícitos: en un condominio se hicieron pequeños agujeros para desde adentro enviar pequeños sobres con droga. “Como esas zonas residenciales son privadas es más fácil vender”, dice un agente.

Valverde asegura que de todos los delitos cometidos en Quito, solo el 8% corresponde a Quitumbe. “Hay zonas más conflictivas, como el centro occidente, por ejemplo. Cada sector vive con su realidad. Aquí tenemos más robo a personas, locales comerciales, domicilios, vehículos y motos”.

En los centros comerciales que funcionan en los alrededores de Chillogallo operan dos agentes. Igual sucede en el mercado de Las Cuadras. Catalina G. es una de las personas que trabaja en ese lugar y en siete años ha visto cómo se producen arranches, robo de celulares y compras. “Aquí hay gente que vende droga en sobres pequeños y no se puede decir nada. Los clientes creen que todos nos dedicamos a eso”.

AMBATO

‘Temo que los delincuentes vuelvan’

En mi almacén, en dos ocasiones se entraron a robar. Hace cinco meses los delincuentes se llevaron dos celulares y USD 100. Tengo un local donde alquilo Internet y cabinas telefónicas. Un joven ingresó a las 19:30 a mi negocio, ubicado en la avenida Cevallos y Guayaquil (en el centro de Ambato).

Él me ofreció chips y tarjetas para celular. Llevaba un sobre amarillo en la mano. Luego de que negociamos le entregué USD 100. Pidió el teléfono celular para indicarme el método de cómo hacer recargas en forma rápida. Enseguida se puso de pie y dijo que en el local necesitaba más publicidad y que iba a su vehículo a traerla, pero desapareció.

El delincuente se llevó dos celulares y el dinero. Esa noche perdí USD 400. Hace 15 días también me robaron el celular. Una persona adulta mayor pidió que le vendiera un gomero y dos correctores, al agacharme me robó el teléfono. Me percaté del hecho cuando un cliente me pidió que le realizará una nueva recarga. Pese a que el local comercial está en el centro de la ciudad, los robos continúan en la zona. Al menos 10 locales fueron asaltados en estos últimos cinco meses.

Hay inseguridad y temo que los delincuentes regresen. La Policía debe realizar más controles por esta zona. Red. Sierra Centro

La propuesta

 Norman Gordillo

 Abogado vinculado a la construcción

‘La gente debe denunciar’

 

Frente a la inseguridad que se  ve actualmente en  Ecuador, lo de fondo es una reforma de la Constitución, porque tiene candados en el aspecto penal.

Las  penas deben ser severas para controlar el delito. Es necesario, dentro de estas reformas legales, dar fuerza a la protección del ciudadano en cuanto a la presentación de sus denuncias. En la práctica, frente a un delito,    la gente no quiere  presentar la denuncia por miedo a la venganza del delincuente. Debe tener garantías para que los hechos delictivos no queden   impunes. Por ejemplo, se debe  detallar   mejor  en la Ley que la Fiscalía   asuma la responsabilidad de impulsar las denuncias.

Por fuera de lo legal,  es fundamental la participación ciudadana contra la inseguridad,  desde la ayuda barrial con una organización eficiente y  la participación de la Policía para   ejercer una vigilancia, control y denuncia ágil, hasta el compromiso de impulsar iniciativas generales.

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