La única bala que hirió al ex comandante general de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, general Jorge Gabela Bueno, ocasionó daños severos: una lesión pulmonar y una afección en la columna vertebral.
Desde que ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Sotomayor del hospital Luis Vernaza, los médicos le colocaron un tubo en la parte izquierda del tórax. El procedimiento consiste en insertar una sonda bajo las costillas para drenar la sangre que provocó el impacto de la bala. Es similar al tratamiento que se aplica en caso de un derrame pleural, explicó un galeno.
En la casa de salud se conoció que parte del tejido pulmonar está afectado, por lo que Gabela respira con dificultad. Esa es la causa por la cual permanece conectado a un respirador artificial.
Gabela resultó herido la madrugada del domingo 19, afuera de su domicilio, en la urbanización Tornero del Río, vía a Samborondón. A las 02:00, su hija Sofía llegaba a casa y uno de los ocupantes de un vehículo particular, que la seguía, abrió fuego. Gabela recibió una bala a la altura del cuello y hasta ahora ha sido sometido a dos operaciones.
La lesión más grave es la de columna. Según los exámenes, la onda expansiva del proyectil afectó las vértebras dorsales 2 y 3, muy cercanas a los pulmones. El impacto provocó que se dispersaran varios huesos, los cuales oprimían la médula espinal.
Este Diario conoció que en la segunda cirugía se aplicó la técnica de laminectomía. Un equipo de neurocirujanos retiró los pedazos de hueso para así liberar la médula. Luego colocaron un sistema de fijación, con tornillos y barras para estabilizar la columna (ver infografía).
La laminectomía se realiza con el paciente bajo anestesia general, acostado sobre el lado o con la boca hacia abajo, explicó un médico. El cirujano hizo una pequeña incisión recta en la vértebra dañada y con la ayuda de un retractor difundió los músculos y el tejido graso sobre la columna.
Luego extirpó parte del arco óseo con el fin de exponer el ligamento amarillo. Tras realizar una abertura se alcanzó el conducto vertebral y se expuso el nervio comprimido. En ese momento la causa de la compresión (en este caso un fragmento del disco óseo que se había separado del resto) fue visible y pudo ser retirada.
Tras esa cirugía, el pronóstico de Gabela es reservado. La complejidad de la lesión podría dejar secuelas, según los galenos. En casos similares, los pacientes pueden presentar paraplejía.
Según el último parte médico, firmado por Jorge Hurel Prieto, subdirector técnico de la Clínica Sotomayor del hospital Vernaza, el ex Comandante de la FAE sigue en estado crítico, pero estable.
Tras la reconstrucción de los hechos, efectuada el miércoles, la Fiscalía concluyó que Gabela fue impactado por la bala mientras bajaba las escaleras de su casa. Desde allí cayó al piso, sin que pudiera llegar hasta su hija Sofía.