La calle Pío Dure, en el sector de Barrionuevo, en el sur de Quito, se cerró ayer para impedir aglomeración vehicular afuera del Instituto Tecnológico Superior de la Policía Nacional del Sur. Allí este fin de semana se realizan las evaluaciones académicas a los aspirantes a las 2 100 vacantes que prevé cubrir la Policía Nacional hasta agosto, para policías de línea. Los candidatos y sus acompañantes copaban la calle transversal Rosa Yeira vestidos con traje formal.
Dentro del Instituto la presencia de agentes de Criminalística llamó la atención. Con cámaras de fotos recorrían cada clase documentando el proceso. No era por un crimen. Su función en este caso era la de asegurar la transparencia de la evaluación. Así lo afirmó el subteniente Edwin Vizcaíno, del Departamento de Criminalística de Pichincha. “Estamos como representantes de la Dirección Nacional de Educación para afianzar la seguridad”.
Ellos se encargaron de comprobar que las pruebas llegaran desde las 07:00 en paquetes sellados y en blanco. Las primeras pruebas se rindieron a las 10:00.
Afuera Kevin O. esperaba su turno para las 13:00. Nervioso estudiaba el banco de 500 preguntas que fueron publicadas en la página web de la Policía. Para asegurar su ingreso siguió un curso hace dos meses para formación policial. “Me costó USD 500 por mes, pero no me importa porque esa es mi aspiración y sé que será el sustento de mi familia”.
El formulario en el que los estudiantes debían realizar la prueba tenía una solapa desprendible para completar los datos personales. “Eso es para que la calificación sea anónima y de esta manera se asegure la transparencia”, afirmó Alexandra Salcedo, jefa del Departamento de Reclutamiento de la Dirección Nacional de Educación y responsable del proceso.
Al finalizar cada evaluación, los agentes debían cerciorarse de que los desprendibles con los datos personales se hayan guardado en sobres sellados. Aparte y también en paquetes cerrados, debían ir los desprendibles con las respuestas de cada aspirante. Los sobres se guardaron en maletas aseguradas con candados plásticos, numerados y codificados.
Cerca de las 11:30 salieron los primeros aspirantes evaluados. La mayoría señaló que fue útil estudiar el cuestionario para resolver las preguntas. Para Edwin L., de 18 años, el motivo de su postulación es “tratar de mejorar el país aunque sea un poquito en el combate de la delincuencia”. Su hermano mayor está por terminar la escuela policial.
La evaluación consistía en medir los conocimientos generales de un bachiller. Las pruebas contenían seis secciones: semántica, ortografía y sintaxis; cívica, ética y moral; historia; geografía; realidad nacional; y, realidad internacional. Cinco observadores del Observatorio Ciudadano de Control Social estuvieron presentes durante la jornada de ayer.
Ellos informaron ser los encargados de vigilar que “el proceso no sea político ni judicial”. Sus observaciones deberían ser presentadas al Ministerio de Justicia, de acuerdo con el Acuerdo Ministerial N°0160, que está vigente desde el 2009.
Rodrigo Calero, analista pedagógico del Departamento Técnico Pedagógico de la Dirección de Educación , explicó que la hoja de respuestas será calificada por un lector óptico, escaneando cada examen. “Al final se empatará el código de barras del examen con la solapa desprendida que contiene los datos personales”.
Los agentes de Criminalística llevaron las pruebas finalizadas a la Dirección de Educación.
El proceso
Para el fin de semana se esperaban 4 923 postulantes en Quito, que fueron convocados desde las 07:00.
Las pruebas también se rinden en Guayaquil. En el Puerto Principal se realizan en el Instituto Tecnológico Femenino, allí deben presentarse entre ayer y hoy 5 822 aspirantes.
10 745 aspirantes en total aprobaron las pruebas psicológicas de la Institución hace 15 días. En ese primer proceso participaron 22 500 personas.
El cuestionario fue realizado por los diferentes docentes de los centros de educación que maneja la Policía. Cada examen tenía 100 preguntas de un banco de 500 publicadas en la web.