Las concertinas (alambrada con púas) fue desenrrollada la tarde de ayer por militares, en los accesos externos de la Asamblea Nacional en Quito. La medida de prevención buscaba evitar un posible ingreso por la fuerza de los ciudadanos movilizados en la denominada Marcha por la Vida.
Las Fuerzas Armadas reforzaron la seguridad en el Palacio Legislativo y en Carondelet, las únicas instalaciones políticas en las que pueden operar: en la primera porque desde el 30 de septiembre del 2010 rige un estado de excepción (la Escolta Legislativa de la Policía fue relevada aquel día por la Policía Militar) y en el Palacio de Gobierno porque los militares tienen competencia sobre la seguridad del Primer Mandatario.
La denominada Marcha por la Paz, que respaldó al presidente Rafael Correa, fue custodiada por la Policía. Los uniformados eran en su mayoría cursantes de las escuelas de formación de las 14 escuelas policiales. Esos agentes no portaban pistolas.
La misma vigilancia recibió la Marcha por la Vida durante la caminata desde Guamaní hasta El Arbolito. Allí, un centenar de policías antimotines formaron un anillo de seguridad para impedir que los indígenas se aproximaran a la Asamblea, ubicada a dos cuadras al sur. Incluso, uniformados en caballos y motorizados fueron desplazados.
Sobre la calle Piedrahíta (sur del Parlamento) estaban aparcados dos carros cisternas del GIR, pero al cierre de esta edición no se reportaron enfrentamientos entre civiles y uniformados.