Un asalto dejó tres muertos en Cuenca

En la morgue del Hospital Vicente Corral. Los familiares y amigos del difunto Carlos Salamea.

En la morgue del Hospital Vicente Corral. Los familiares y amigos del difunto Carlos Salamea.

Luis Cordero no ocultó su amargura y rabia por la muerte de su suegro, Carlos Salamea Chaca, quien falleció ayer en un tiroteo entre cinco supuestos asaltantes y miembros de la Policía. Todo comenzó tras un asalto a una sucursal del Banco del Austro.

fakeFCKRemoveEn los exteriores de la morgue del Hospital Vicente Corral Moscoso, el yerno del fallecido y otros familiares pedían explicaciones. Ellos estaban molestos porque la Policía relacionaba a Salamea, de 61 años, con los supuestos malhechores. Por eso contrataron a Fernando Calle como abogado.

Según Cordero, su suegro fue tomado como rehén con su vehículo Suzuki Vitara rojo por los supuestos asaltantes en la esquina de las calles Pío Bravo y Hermano Miguel, cerca de su vivienda. El fallecido había dejado a su hija, Alexandra, en el sector de María Auxiliadora.

Los vecinos del lugar narraron que inicialmente intentaron asaltar a un taxista, quien puso resistencia y recibió un disparo de bala, quedando herido. Luego amenazaron con un arma a Salamea, lo abordaron y se dirigieron por la calle Pío Bravo, donde se registró una balacera.

Las huellas de ese tiroteo quedaron en los vehículos de Fanny Román y Alejandro Uscha, quienes al mediodía de ayer retiraban los pedazos de parabrisas posteriores que quedaron destruidos. Uscha, quien tiene una vidriería en el lugar, contó que se escucharon al menos 16 disparos.

Los vecinos de la calle Pío Bravo y del sector de la 9 de Octubre estaban asustados, había pánico. Incluso los vendedores ambulantes que se ubican en la acera de la calle Mariano Cueva estaban sobresaltados. Todos comentaban, pero pocos daban sus nombres por temor a represalias.

Juan Carlos Méndez, vigilante del parque ciudadano, explicó que el asalto al Banco del Austro, sucursal 9 de Octubre, se registró a las 08:40, cuando iniciaba sus labores en el sector. El monto del botín no se oficializó, pero se logró recuperar durante la persecución.

Méndez relató que los presuntos asaltantes se trasladaron en una camioneta gris. Los ocupantes del carro se bajaron cuando por huir de la Policía se chocaron con un bus de la línea 13 (Bosque de Monay). Entonces de allí se produjo el asalto a Salamea Chaca, según relataron sus familiares.

Mientras Méndez contaba lo sucedido, dos patrulleros llevaban a dos guardias de la entidad bancaria para las investigaciones correspondientes. Hasta las 12:15, las versiones eran distintas respecto del número de fallecidos. Pero hasta esa hora el dato exacto eran dos muertos.

Los policías presentes no quisieron dar declaraciones y dijeron que los datos serían entregados por la Fiscalía. La muerte de los presuntos malhechores y de Salamea se registró en el sector de la Huayna Cápac.

En las afueras de la morgue, Alexandra con lágrimas en los ojos contaba que su padre fue empleado de la Editorial Don Bosco por 41 años y estaba casado con Sara Barriga. “Era guillotinero”, comentó con angustia.

Pasadas las 14:00 se dirigieron a la Fiscalía para dar las declaraciones solicitadas por la Policía Judicial. Además buscaban un forense para que le practicaran la autopsia a Salamea Chaca. Sus otros hijos son Tania (39 años), Roberto (28) y Marco (25).

Iván Saquicela, fiscal primero de lo penal del Azuay afirmó que las investigaciones están en proceso tras las investigaciones del caso. Según sus datos, la balacera se inició luego de que dos policías vieron a dos sospechosos salir del Banco del Austro.

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