Los 13 miembros de la Asociación de Armeros del Azuay llegaron a un acuerdo con el Ministerio de Gobierno. El convenio busca que ellos dejen de fabricar armas y el Estado les ayudará con créditos del Banco Nacional de Fomento (BNF).
Estos préstamos servirán para que los artesanos desarrollen proyectos alternativos. Según su presidente, Johnny Juca, esas opciones pueden ser la confección de bicicletas para la Policía Nacional, insumos para hospitales o pupitres para las escuelas.
Otra parte del acuerdo es que el Régimen compre los productos para los ministerios con una preferencia en el portal de Compras Públicas, dijo el gobernador azuayo, Leonardo Berrezueta.
Asimismo, se acordó que si estas personas tienen deudas con entidades financieras privadas, esos créditos sean trasladados al BNF con una tasa de interés menor.
Estos préstamos tendrán un período de gracia, que aún se analiza, para ser pagados hasta que la producción de sus nuevos oficios rinda ganancias.
El gerente zonal del Austro del BNF, Roberto Íñiguez, señaló que se analizarán los préstamos en otras entidades y se los cancelará a la tasa de interés a la que fueron adquiridos. “Luego de esto hacemos un nuevo plan de operaciones y los préstamos en el BNF podrían tener un interés del 5%”.
Íñiguez afirmó que para empezar las nuevas actividades productivas los armeros podrán acceder a otro préstamo. Es decir, los armeros tendrán dos créditos con este banco estatal.
Según Berrezueta, se busca reducir la venta informal de armas y los índices de delincuencia. “Muchos actos delictivos se cometen con armas artesanales”.