Los seis extranjeros que ingresaron al país, procedentes de Guatemala, el pasado 18 de septiembre, arribaron al aeropuerto José Joaquín de Olmedo, de Guayaquil, con sumas de dinero próximas a los USD 10 000.
Eso fue lo que habría alertado a la Policía Antinarcóticos del Guayas. Al ser indagados, los foráneos habrían insistido en que no se conocían. No obstante, según los agentes, los hombres tenían cosas en común: presentaron boletos de avión de la misma compañía y para la misma hora, tenían reservaciones para el mismo hotel y registraban iguales contactos de teléfono en Ecuador.
Antinarcóticos del Guayas mostró ayer por la mañana las supuestas evidencias que relacionarían a los detenidos con un aparente blanqueado de activos.
Sobre una mesa, la Policía expuso fajos de billetes de varias denominaciones que se habrían decomisado a los detenidos.
Los sospechosos habrían intentado ingresar, cada uno, billetes en montos por debajo de lo que permite la Ley. De acuerdo con el reglamento de la Ley de prevención, detección y erradicación del delito de lavado de activos y financiamiento del delito, las autoridades de los puertos de ingreso deben reportan la entrada y salida de dinero en efectivo por un monto igual o superior a USD 10 000.
Según la Policía, este caso se trataría de una modalidad denomina ‘pitufeo’. Es decir, el ingreso de fondos en pequeñas cantidades, pero de forma frecuente. Esto -según los investigadores- permite la evasión de los controles tributarios y de la Policía Nacional.
Según Freddy Ramos, subdirector nacional Antinarcóticos, los extranjeros pretendían evadir esos controles al introducir cantidades inferiores. Ellos fueron detenidos para investigaciones, mientras que el dinero decomisado permanecerá bajo custodia como parte de la indagación.
Según la Unidad de Análisis Financiero (UAF), en lo que va del 2012 se han reportado 20 operaciones y transacciones financieras que resultaron inusuales o injustificadas a escala nacional.
Mientras que en el 2011, el organismo registró 53 hechos.
Uno de los casos más grandes de ‘pitufeo’ ha sido el que se registró el año pasado. Sus redes se tejieron incluso en España.