Las empanadas rellenas con carne que Fernando elabora con su pareja “son diferentes, porque son hechas con amor”. Se dedica a ese trabajo, desde que llegó a Ecuador. Él tiene 40 años y nació en el Valle del Cauca (Colombia).
La mañana de ayer expuso su especialidad en una feria microempresarial que la Coordinación Zonal del Ministerio de Relaciones Exteriores organizó afuera del Gobierno Zonal, en el norte de Guayaquil.
Fernando permanece en el país con un carné temporal de refugiado. Ayer dijo sentirse afortunado. Él lleva en el país un poco más de dos años y aquí pudo obtener ingresos propios con la venta de las empanadas. “Ahora tengo estabilidad. Para nadie en el mundo es desconocida la situación de violencia en la que vivimos en nuestro país. Hay mucha guerra”.
A Lubidia, su compañera, parecía faltarle manos para atender a los clientes que hasta el lugar llegaron entre las 09:00 y las 13:00. “Creo que nos faltó preparar más, se venden rapidito”.
Previo a la feria, el miércoles, Relaciones Exteriores organizó una reunión con alrededor de 40 entidades financieras y organizaciones no gubernamentales que prestan apoyo al refugiado.
Octavio Villacreses, coordinador zonal de la Cancillería, manifestó que la intención fue para promover un mayor acceso al financiamiento para este grupo.
Fernando y Lubidia desean incrementar su negocio, pero se les dificulta obtener un préstamo.
Según la Dirección de Refugio, en Ecuador están registrados 56 000 personas en calidad de refugiados. El 98% es de Colombia. En Guayaquil, habita el 5,4% de esa población.
El trabajo informal y bajo condiciones laborales inadecuadas es predominante en este grupo poblacional. Un informe elaborado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en base a una encuesta a asilados colombianos, reveló que el 90% de los que tienen un trabajo es por medio de un acuerdo verbal.
De la población colombiana en situación de refugio en Ecuador, el 38% se dedica a los servicios, como peluqueros y vendedores de comercio y mercados. Otro 19% de foráneos laboran como artesanos y panaderos.
Como Fernando, la mayoría de los colombianos refugiados en el Puerto Principal proviene del Valle del Cauca. Según el informe de Flacso-Acnur, son el 53%.
La situación no es tan diferente para Carlos, un barranquillero de 53 años. Él llegó ayer a la feria con cuatro dibujos de caballos pintados sobre cartulinas.
Contó que cuando llegó al país, administraba una pequeña panadería. Ahora está sin trabajo. Ayer esperaba vender sus creaciones y de paso hacer contactos para conseguir un empleo.
“Es muy positiva esta oportunidad. Nos dan la posibilidad de demostrar la capacidad que tiene uno y que vean lo que podemos ofrecer”, decía bajo una carpa.
“Si yo tuviera los recursos me dedicaría a esto de largo. El problema es que no tengo material adecuado. Pero para eso necesito más inversión”, agregó.
Para el refugiado colombiano, la estigmatización es un escollo para acceder a un trabajo.
Según la encuesta de la Flacso-Acnur, al ciudadano del vecino país los ecuatorianos lo asocian con la violencia, la delincuencia y el narcotráfico.
“Nos han estigmatizado por la mala propaganda. A mí no me han discriminado, pero a compañeros sí”, dijo Carlos, quien lleva 18 meses tramitando el carné de refugiado permanente.
“El Gobierno está empeñado en mejorar los servicios para los refugiados. Existen falencias, pero es una lucha y estamos empeñados que la única forma es haciendo campañas de conciencia y capacitación”, mencionó Villacreses.
Las actividades realizadas ayer en Guayaquil son parte del Día del Refugiado, que se recordó este miércoles.
En Guayaquil
La población de personas en calidad de refugiados que reside en Guayaquil se concentra en sectores del noroeste y del sur.
En la Trinitaria se localiza una significativa población de refugiados afrocolombianos. Estos fueron visitados el sábado por el alto comisionado para los Refugiados, Antonio Guterres.
En la urbe ONGs como HIAS, El Servicio Jesuita y el Comité Permanente por la Defensa de los DD.HH. trabajan con refugiados.
Ecuador resolvió más de 20 000 solicitudes de asilo a finales del 2011, según Acnur.