El expenal García Moreno quedó ayer, 30 de abril, vacío, luego de 146 años de historia. Por sus celdas pasaron miles de personas, desde expresidentes del país y personajes ilustres hasta delincuentes comunes.
La madrugada de ayer, 1 618 internos de los Centros de Rehabilitación Social 1, 2 y 3, que funcionaban en el complejo de San Roque, pasaron a las nuevas instalaciones de Rehabilitación en Cotopaxi. A su salida, que les tomó por sorpresa, solamente quedaron sus pertenencias, ropa, implementos de limpieza, ollas, juguetes, pósteres, fotos…, que poco a poco retirarán sus familiares.
Entre sus paredes quedaron plasmadas historias de algunos de los internos que pasaron por ahí: frases de automotivación, oraciones a Dios y barras de sus equipos de fútbol.
El expenal, que tiene un destino incierto, deberá ser desalojado y limpiado. Luego se iniciarán los estudios arquitectónicos y de ingeniería para analizar si efectivamente la estructura puede ser utilizada para implementar un hotel, como se lo había previsto inicialmente, cuando se anunció la salida del panóptico del Centro Histórico de Quito.
Sin embargo, esto solo se concretará una vez que los internos del Centro de Detención Provisional (CDP) sean movidos de ese lugar, que está ubicado en un ala de la estructura del expenal.
En principio se había anunciado que el Centro de Rehabilitación dejaría de funcionar en marzo, pero las demoras en la culminación de las instalaciones de Cotopaxi obligaron a que el traslado sea ayer.
La ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, dijo ayer que se realizará un inventario de las pertenencias de los internos y luego se procederá a la clausura oficial del expenal.
Incidentes en el traslado
Mariana C., Luc D. y Andrea Q. permanecen detenidas desde ayer en el Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Mujeres, en Quito. Ellas son acusadas de supuesto sabotaje, por haber ocasionado “incidentes e insultado” al Ministro del Interior, durante el traslado de los internos del expenal García Moreno al nuevo Centro de Cotopaxi.
Según la Asociación de familiares de las personas privadas de la libertad, las tres mujeres, quienes participaron en un plantón para despedir a los detenidos, llamaron a José Serrano, secretario del Interior, “torturador”, porque aseguraron que el nuevo CRS no tiene servicios básicos ni presta las garantías mínimas para la permanencia de los internos.
La ministra Zúñiga informó que antes del traslado se produjo un intento de amotinamiento de los internos, quemaron colchones y protestaron para evitar su traslado al nuevo Centro.
Mientras que afuera, las mujeres “intentaron provocar disturbios”, que terminaron con la detención de las tres mujeres.
“Se cumplieron con todos los procedimientos legales establecidos para estos casos”, explicó la funcionaria.
Ellas fueron trasladadas a la Unidad de Flagrancias ubicada en la av. Patria, norte de Quito, a las 02:30 de ayer. Después de cuatro horas se dio inició a la audiencia en su contra.
Mariana C., dijo que estuvo ahí porque su hijo estaba siendo trasladado y quería verle. “Había mucha gente que gritaba, se acercó la Policía, me botaron al piso y me arrestaron”.
Los defensores de las tres mujeres pidieron al la jueza Yolanda Cueva, que se dicten medidas sustitutivas en lugar de la prisión preventiva, porque quienes gritaron al Ministro fueron cerca de 30 personas.