Desde hace 15 días, Rocío A. (nombre protegido) se comunica con su familiar solo por vía telefónica. Waseem R. fue deportado de Ecuador a Oriente Medio, aunque nadie notificó razones, según la mujer, quien es ecuatoriana.Él y otras 65 personas de cuatro nacionalidades de Oriente Medio fueron detenidas en un operativo que la madrugada del 9 de marzo montara la Policía en el centro, norte y sur de Quito. Apenas tres días después de esa redada, seis hombres fueron deportados a EE.UU. Entre ellos, Hussein M., familiar de Waseem R.
Rocío A. dice que la Policía relacionó a uno de los hombres con grupos terroristas: “La verdad yo escuché un caso. No puedo hacerme ciega a eso. Es una persona y con ella vincularon a cinco, pero los cuatro, entre ellos Hussein, son inocentes”. La mujer se refiere a seis extranjeros que fueron deportados a Estados Unidos.
El ministro del Interior, Alfredo Vera, reconoció que seis personas salieron del país porque eran solicitados por la justicia internacional, a través de un código rojo de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
Desde un inicio, la Policía y el Gobierno han manejado con hermetismo el caso. Ayer, este Diario conoció que hace 15 días funcionarios de la Defensoría del Pueblo pidieron a la Policía, al Consejo de la Judicatura (CJ) y a la Cancillería que remitieran los procesos con los cuales fueron detenidos los extranjeros. “Pero no hemos recibido ninguna respuesta”, dijo una fuente de la Defensoría, quien aseguró no tener información sobre una supuesta relación de los detenidos con terroristas.
Ayer, el general Nelson Arguello, inspector general de la Policía, sostuvo que no conocía detalles. “Ese trabajo lo hizo la Dirección Nacional de la Policía Judicial”.
En esa dependencia se aseguró que el director, coronel Patricio Pazmiño, estaba en reuniones.
En la página web de la Oficina Federal de Investigación de los Estados Unidos (FBI), una persona con un nombre similar, Ahmed A., consta como fugitivo. Él fue uno de los detenidos el 9 de marzo, en Quito, que fue deportado a Estados Unidos.
Según el FBI, Ahmed A. tiene vínculos con Osama bin Laden, líder de Al Qaeda, autor confeso de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. Ahmed A. es de nacionalidad egipcia y en el prontuario del FBI aparece como “acusado por su presunta participación en los atentados con bombas del 7 de agosto de 1998 contra las embajadas de los EE.UU. en Dar es Salaam, Tanzania y Nairobi, Kenia”.
Según Rocío A., Hussain M. fue involucrado con Ahmed A. de forma injusta. El nombre Hussain M. consta en la lista de los terroristas más buscados del FBI; en la web se informa que es “palestino y posiblemente libanés”. Y se precisa que en septiembre de 1987 participó en el secuestro del vuelo 73 de la aerolínea PanAm mientras el avión estaba en la pista en Karachi, Pakistán (Oriente Medio).
Fuentes reservadas de la Policía sostienen que, además de los seis enviados a EE.UU., otros detenidos el 9 de marzo fueron deportados a terceros países. Entre ellos consta Waseem R., familiar de Rocío A. Pero nadie precisa cuántos han sido sacados del país.
En la Defensoría del Pueblo se dijo que son “más de 10”, pero Rocío A. asegura que al menos son 11, cinco deportados a Oriente Medio. “Entiendo que el fin de semana salió otro grupo, pero no sé cuántos”, dijo la mujer.
En el Ministerio de Justicia, en cambio, se indicó que “al momento hay 61 (detenidos) en la antigua Cárcel 2, hoy Hogar de Confianza” y que del resto “se desconoce dónde está”.
Esta Secretaría de Estado, tras consultar al Ministerio de Relaciones Exteriores, conoció que 23 de los aprehendidos han solicitado refugio en el país. “Si es así ellos no deberían estar presos”.
Los funcionarios de Justicia evitaron pronunciarse sobre la relación de los detenidos con grupos terroristas. Dijeron que el tema lo maneja el Ministerio del Interior. “Se debe analizar cada caso de forma individual”, dijo la fuente consultada en esa Cartera.
En La Mariscal, en donde se produjo la detención de algunos de los extranjeros, hay temor por posibles represalias de las mafias. Los vecinos prefieren callar y los que hablan piden mayor resguardo. “Esas cosas (presencia de extranjeros) debería preguntar a los policías”, dijo un hombre que atiende un negocio.
El año pasado, un grupo de africanos fue asesinado en ese barrio de Quito. Tras el hecho, la Policía dijo que en la zona había mafias internacionales en disputa territorial para la venta de droga.
La Interpol lanzó una alerta internacional
La Interpol puso ayer en marcha una operación de búsqueda de 203 prófugos internacionales acusados de delitos graves, como asesinato, violación, agresiones sexuales contra menores, secuestro y narcotráfico. Según el organismo, los delincuentes estarían escondidos en América del Sur.
En su fase inicial, esta iniciativa, coordinada por la Unidad de Apoyo a las Investigaciones sobre Prófugos de Interpol, reunió a investigadores de países participantes, como Ecuador. Ellos intercambiaron información sobre los sospechosos.
Recientemente se llamó a los ciudadanos, para que faciliten información que pueda ayudar a la Policía a localizar y detener a los prófugos buscados internacionalmente y, en particular, para que ayuden a localizar el paradero de los 20 más requeridos.
“Localizar y detener a delincuentes constituye la esencia de la labor de Interpol y las operaciones anteriores han puesto de manifiesto la importante ayuda que los ciudadanos pueden prestar a la Policía para retirar de la circulación a delincuentes peligrosos”, declaró Jean-Michel Louboutin, director ejecutivo de servicios policiales de la organización internacional.
Entre las detenciones más destacadas ya practicadas en el marco de la operación Innfra-SA figura la de Patrick Van Den Berg, buscado en relación con el asesinato de su esposa y de su hijo de 6 meses en Bolivia en el 2008.
El hombre de 35 años fue detenido por la Policía de Perú el 29 de marzo y ahora se encuentra a la espera de ser extraditado.
Otros resultados obtenidos comprenden la detención de otro hombre buscado por Argentina por robo a mano armada.