La madrugada del 18 de diciembre, el ex comandante de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE),Jorge Gabela, fue herido de un tiro en el cuello cuando estaba en la puerta de su domicilio, en la urbanización Tornero del Río (km 3 vía Samborondón-Guayas).
Sucedió cerca de las 02:30, cuando dos desconocidos perseguían supuestamente a la hija del ex uniformado hasta su casa. Al parecer, Gabela estaba pendiente de que ella llegue para abrirle la puerta. Al hacerlo, le dispararon.Él vive en el lote número 15, de dos plantas, con su familia. En las investigaciones, el fiscal de Samborondón, René Astudillo, dijo que el conserje ejerció como portero esa madrugada porque desde las 17:00 de ese día se había despedido a la compañía privada de seguridad. “No tiene preparación en defensa ni militar”.
Janio Bustillos, jefe del Departamento de Control y Supervisión de Organizaciones de Seguridad Privada de la Policía (Cosp), señala que la falta de capacitación de los vigilantes es uno de los problemas que suceden en el momento de enfrentar a la delincuencia.
Por eso, cada seis meses, la Policía realiza un censo de guardias y compañías de seguridad a escala nacional. El objetivo es identificar a las empresas que operan de forma legal e ilegal. En el 2010, el Ministerio del Interior emitió 151 resoluciones para clausurar a las compañías que no cumplen con los requisitos que exige la Ley.
El artículo 2 del Reglamento de la Ley de Vigilancia y Seguridad Privada señala: “Prohíbase la prestación de servicios de vigilancia, seguridad e investigación privada bajo cualquier forma o denominación a toda persona natural o jurídica que no esté legalmente constituida”.
Eso significa que ninguna persona, empresa, grupo social o barrio puede contratar a cualquier guardia para dar seguridad.
Sin embargo, eso no sucede. Por ejemplo, en los barrios de Quito es frecuente observar guardias sin armas de fuego que cuidan urbanizaciones, condominios, locales comerciales o casas. También es común ver a vigilantes acompañados de perros rottweiler.
Los requisitos que las empresas de seguridad deben cumplir son: contar con uniformes autorizados por el Cosp (estos no pueden llevar los colores de los de las fuerzas del orden), permisos para la tenencia y porte de armas, así como los documentos que autorizan la operación de la compañía.
Para Edwin Merlo, director de la Facultad de Seguridad de la Universidad Javeriana, el Mandato 8 terminó con las empresas de seguridad medias y pequeñas. “Se reclaman los derechos para los trabajadores, pero consiguieron que la contratación de guardias privados disminuya”.
A su juicio, “la gente no tiene para pagar los USD 1 645 mensuales que requiere un vigilante legal. Por eso buscan formas alternativas como el servicio ilegal”.
Frente a ese escenario, Bustillos afirma que la seguridad privada marca una brecha entre las personas que tienen posibilidades para contratar un guardia y quienes no lo pueden hacer. Por eso, recomienda que en los barrios los moradores deben organizarse para combatir a la delincuencia.
En el 2010, el Cosp censó a 5 349 guardias y registró 4 176 armas de fuego. Decomisó 686 armas, 779 uniformes y 756 municiones. También se entregaron 516 permisos para utilizar uniformes de guardias privados.
AMBATO
Mario Jaramillo
Víctima de la delincuencia
‘Ahora temo que vuelvan a asaltarme’
Me asaltaron en la avenida Miraflores (en el sur de Ambato). Hace cuatro meses, caminaba con dirección a mi casa. Eran aproximadamente las 19:30. De repente sentí que alguien me seguía durante algunas cuadras. Cuando decidí mirar hacia atrás para saber quién era. Este desconocido corrió hacia mi. Yo intenté retirarme hacia un lado de la vereda, pero el individuo se abalanzó sobre mí. Esta persona era alta y robusta, su rostro estaba cubierto con una media de nylon.
El desconocido sacó inmediatamente un cuchillo y amenazó con matarme. Quería que le entregue mi celular y todo el dinero que llevaba conmigo. Aprovechando un ligero descuido forcejeamos y logré quitarle el cuchillo. Logré botar lejos el arma. Pensé que me había herido en el pecho, porque mi camiseta estaba manchada de sangre. Pero fue solo mi mano. A pesar de eso, él me robó el reloj de oro, un celular y USD 40. Esa noche perdí más de USD 500, no hubo gente, las calles estaban vacías.
Ahora temo que la misma persona nuevamente me asalte. El sitio no es seguro y falta iluminación. En este lugar, según los vecinos, hay varios asaltos en la semana. El patrullaje policial no es permanente. En Ambato, los robos y asaltos son a diario. Ya no se puede caminar tranquilo por la ciudad.
La propuesta
Diego Velasteguí
Dirigente estudiantil de la Universidad Central
‘El estudiante debe estar alerta’
Para los estudiantes es preocupante salir de la Ciudadela Universitaria por la noche. En los alrededores es común que se produzcan asaltos con todo tipo de armas. Creo que es un agravante la existencia de bares y centros de diversión nocturna. Además, la poca iluminación de las calles aledañas ha facilitado la actividad de los delincuentes.
A nivel estudiantil, yo propondría tener cuidado con nuestras actividades: el estudiante debe estar prevenido y alerta, salir en grupos, buscar gente que comparta su ruta para no circular solos por los sectores conflictivos.
Sería positivo, por parte de autoridades, que se distribuyan elementos de seguridad, (policías), alrededor de la universidad para disminuir el peligro al que están expuestos los estudiantes universitarios.
No se puede hacer mucho en relación con el cambio de normas que incidan en los horarios de clase. El estudiante es víctima de las circunstancias sociales.
MAÑANA
Lea sobre los guardias de seguridad involucrados en delitos en el Ecuador, en los últimos tres años.