La Habana, AFP
Cientos de partidarios del gobierno cubano rechazaron a gritos y empujones una marcha de 40 esposas de presos políticos en La Habana, donde una protesta de una decena de opositores fue disuelta y varios de ellos detenidos, en el Día Internacional de los Derechos Humanos.
La marcha, organizada por el grupo Damas de Blanco, partió de la casa de la líder Laura Pollán, esposa del opositor Héctor Maceda -condenado a 20 años-, y se dirigió al Museo de la Revolución, antiguo Palacio Presidencial, repartiendo a su paso copias de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Pero al llegar al Museo, donde soltaron palomas al grito de “libertad”, las mujeres se encontraron con decenas de seguidores del gobierno que las sacaron a empujones del predio del Palacio.
“¡Abajo los yanquis!, “mercenarias”, “¡Pin pon fuera, abajo la gusanera!”, “¡La calle es de los revolucionarios!” y “¡Viva Fidel y Raúl!”, gritaron a las mujeres, que fueron rodeadas de agentes de seguridad vestidos de civil y dotados de equipos de comunicación, para evitar que las agredieran físicamente.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos -ilegal pero tolerada- cifra en 200 los presos políticos, pero el Gobierno no los reconoce sino que los considera mercenarios de Washington.
La marcha, realizada por segundo día consecutivo, fue convocada para exigir al gobierno de Raúl Castro la libertad de sus familiares, dijo Pollán.
Las Damas de Blanco, esposas y madres de 75 opositores condenados en 2003 -53 aún en prisión, incluido Maceda-, continuaron su marcha seguidas, como sucedió la noche del miércoles, por una manifestación de simpatizantes de los hermanos Fidel y Raúl Castro, que iba aumentando hasta llegar a varios cientos.
“No le podemos permitir que tomen las calles, porque son unas mercenarias y las calles son de los revolucionarios”, dijo una joven que se identificó como “una revolucionaria más del pueblo”.
Pollán manifestó que también demandaban a Raúl Castro ratificar dos pactos de derechos humanos que firmó en 2008. “Mientras no se ratifiquen no hay compromiso ante la comunidad internacional de que no se violarán”, apuntó.
Los simpatizantes del gobierno llevaron a las mujeres a concluir la marcha en la casa de Pollán.
En otro sector de la ciudad, agentes de seguridad, también de civil, detuvieron a varios de una decena de opositores que pretendía protestar en un céntrico parque del barrio El Vedado, donde disidentes se manifiestan todos los 10 de diciembre por los derechos humanos.
Apenas salieron al parque, los opositores fueron obligados a subir en vehículos, mientras simpatizantes del gobierno les gritaban.
Los medios cubanos, bajo control estatal, difundieron reportajes y entrevistas que destacaron los logros en educación y salud -gratis en Cuba- como muestra de respeto de los derechos humanos en la isla.