Los secuestros en Colombia se redujeron 92% desde 2000, un descenso que las autoridades calificaron de “histórico”, según informaron este martes 27 de diciembre del 2016, fuentes oficiales.
Hace 16 años se presentaban más de 3 400 secuestros de colombianos y extranjeros por año en el país, mientras que en lo transcurrido de 2016 la cifra es de 188, según dijo el director de la policía antisecuestros, el general Fernando Murillo, a RCN Radio.
“Es una cifra histórica frente a la disminución de este delito tan atroz”, agregó.
Murillo sostuvo que la delincuencia común es responsable del 88% de los casos reportados este año. El Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), la segunda guerrilla del país, del 11%, y el 1% restante se origina en la delincuencia organizada.
Las autoridades no reportaron secuestros por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal grupo rebelde del país que firmó a finales de noviembre un acuerdo de paz con el gobierno para superar un conflicto armado de más de medio siglo y a las que se le atribuía el mayor número de raptos.
La mitad de los secuestros de 2016 fue con extorsión, agregó el alto oficial, quien reportó que 30 bandas dedicadas a este flagelo fueron desarticuladas y 524 personas fueron capturadas.
“La gran mayoría (de personas) fueron liberadas”, indicó el general. Precisó que 57 cautivos fueron rescatados y siete permanecen en poder de sus raptores.
El ELN y el gobierno mantienen desde enero de 2014 conversaciones preliminares de paz, aunque en octubre último fueron suspendidas por el presidente Juan Manuel Santos hasta que la agrupación insurgente libere a un excongresista en su poder.
Según la ONG País Libre, que desde hace 25 años trabaja en la prevención y lucha contra el secuestro, desde 1970 hasta julio de este año las FARC raptaron a 8 991 personas, la delincuencia común, a 7 368, y el ELN, a 7 107.
En Colombia, en los últimos 46 años fueron secuestrados 32 733 ciudadanos, de acuerdo con la organización.
El país sudamericano vive una conflagración interna desde hace 52 años, tiempo en el que enfrentó a guerrillas, paramilitares y agentes estatales, con un saldo de más de 260 000 muertos, 60 000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.