Scaramucci deja su cargo de director de Comunicaciones de la Casa Blanca

Al ser nombrado Director de Comunicaciones de la presidencia, Scaramucci aseguró que el presidente Trump lo había llamado para poner fin a las filtraciones a la prensa, pero su llegada a la Casa Blanca desató una feroz lucha intestina. Foto: EFE

Al ser nombrado Director de Comunicaciones de la presidencia, Scaramucci aseguró que el presidente Trump lo había llamado para poner fin a las filtraciones a la prensa, pero su llegada a la Casa Blanca desató una feroz lucha intestina. Foto: EFE

Al ser nombrado Director de Comunicaciones de la presidencia, Scaramucci aseguró que el presidente Trump lo había llamado para poner fin a las filtraciones a la prensa, pero su llegada a la Casa Blanca desató una feroz lucha intestina. Foto: EFE

El controvertido empresario Anthony Scaramucci, nombrado hace apenas 10 días como director de Comunicaciones de la Casa Blanca, ya no ocupa ese cargo después de provocar un terremoto político en la presidencia, informó la portavoz de la Casa Blanca.

Scaramucci había sido señalado como responsable por el despido del jefe de gabinete, Reince Priebus, quien fue sustituido por el general John Kelly, secretario de Seguridad Interior.

El general Kelly prestó juramento como nuevo jefe de Gabinete este lunes, 31 de julio del 2017, y según el diario New York Times poco después le pidió al presidente Donald Trump el despido inmediato de Scaramucci de la Casa Blanca.

De acuerdo con una escueta nota de la oficina de prensa de la Casa Blanca, Scaramucci “sitió que lo mejor era darle al secretario general John Kelly un nuevo comienzo y la posibilidad de montar su propio equipo. Le deseamos lo mejor”.

Al inicio de la jornada, Trump había recurrido a la red social Twitter para negar de plano que hubiera un ambiente de “caos” en la Casa Blanca.

Al ser nombrado Director de Comunicaciones de la presidencia, Scaramucci aseguró que el presidente Trump lo había llamado para poner fin a las filtraciones a la prensa, pero su llegada a la Casa Blanca desató una feroz lucha intestina.

Su nombramiento provocó la renuncia inmediata del portavoz presidencial, Sean Spicer, pero Scaramucci puso la mira en Priebus, al que acusaba de haber bloqueado el acceso a Trump y de ser el responsable por las filtraciones a la prensa.

Ya en su primer pronunciamiento público, Scaramucci dejó claro que se reportaba “directamente al presidente”, adelantando de esa forma que no pretendía discutir nada con Priebus.

La semana pasada, Scaramucci mostró su musculatura cuando Trump anunció el despido de Priebus.

Sin embargo, la divulgación de una explosiva llamada de Scaramucci a un periodista, repleta de vulgaridades e insultos del más bajo nivel dirigidos a Priebus y a otros funcionarios de la Casa Blanca, pareció sellar su suerte.

En esa llamada, Scaramucci adelantó que pretendía despedir a quien sea necesario en la Casa Blanca y definió a Priebus como un “...esquizofrénico paranoide, un paranoico”.

Casi simultáneamente se conoció que la esposa de Scaramucci había presentado formalmente los documentos para el divorcio, cansada con la obsesión de su marido con conseguir un nombramiento a la Casa Blanca.

Multimillonario con larga actividad en el sector bancario, Scaramucci se había aproximado a Trump durante el proceso de definición del nuevo gobierno, donde esperaba conseguir un puesto en la sede presidencial.

Según Scaramucci, Priebus operó internamente para evitar que ello ocurra.

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