Quien dijo que el mundo es una tómbola juguetona dijo la verdad. Lo demuestra el novelón que tiene como actor principal al ex ministro de Defensa, Juan Manuel Santos. Un juez quiere meterlo a una cárcel en Quito y pidió a la Interpol que lo detenga.
El juez dice que Juan Manuel Santos aprobó que la aviación colombiana destruyera el ‘hotel Hilton-FARC’, que funcionaba en el Ecuador bajo la gerencia de don Raúl Reyes.
La orden de captura al ex ministro Santos suena mal a muchos, pero ayuda a sonreír cuando se caen aviones al mar y millones de jóvenes bailan de luto por Michael Jackson.
Hoy el tema en las peluquerías, oficinas, periodistas, actrices y en mil almuerzos: la orden de captura. Hay opiniones. Mi novia-esposa, Lulita Arango, dijo que el juez está con el ex Ministro, que quiere ayudarlo al ponerlo preso. Bueno, Fidel Castro, Perón y el mismo Chávez estuvieron presos y los tres pasaron al poder.
En la peluquería, hace una hora, dijeron dos amigas de la señora Clemencia de Santos que el ex Ministro volará en Iberia esta noche de Londres a Quito. Lo aplaudo, atiende la justicia.
Que se presente: seis meses preso en una celda para la meditación y el yoga son muy saludables, y Quito tiene un clima primaveral. Que llegue a Quito esta noche y lo disfrute.
Vamos al otro novelón, el del presidente de Honduras, el del sombrero blanco y bigote rudo. Allí, los ilustres magistrados autorizaron a los altos mandos militares para que lo sacaran en calzoncillos de su palacio. Y obedecieron. Hoy protestan los abogados, los periodistas y un trío político: Hugo Chávez, el ‘compañero’ Evo Morales y Ortega, el de Nicaragua. Mejor le iría a Zelaya con el Trío Matamoros.
Lo vi y sigo en asombro. Vi al presidente Obama en la televisión y en fotos periodísticas en risitas muy coquetonas, de íntimos amigos, con Álvaro Uribe en Washington. Fue en la Casa Blanca, no en la peluquería, donde peinan a la embajadora Carolina Barco. Se veían tan contentos que mi amiga Olga Lucía Botero lo comentó con una frase muy paisa: “Estaban tan dichosos que tenían cara como de ponqué”.
La vida nos da sorpresas, porque muchas veces escuché por radio a las analistas Claudia López, María Jimena Duzán y Cecilia López decir que si ganaba Obama la presidencia, nunca recibiría a Uribe y resulta que lo recibió 87 minutos. ¿Será que al negrito Obama le prometieron una notaría en Buenaventura? De pronto. En el mundo estamos y es posible que Obama tenga una novia en Buenaventura, donde se aspira siempre la brisa pura…
El Tiempo, Bogotá, GDA