Hermanos e hijos de Lliquín tuvieron un emotivo reencuentro. FOTO: Cortesía Hospital Santo Domingo
El sonido de una puerta cerrándose tras la espalda de Isidoro Lliquín es el último recuerdo que María Lliquín tiene de su padre, quien desapareció una mañana de marzo de 1990, en Riobamba, capital de la provincia de Chimborazo, en la serranía ecuatoriana. Este hombre salió de su morada con el pretexto de ir a trabajar para dar el sustento a su mujer y a sus cuatro hijos.
Después de 24 años de ausencia, una llamada telefónica volvió a unir las vidas de esta familia. El mensaje de que Isidoro había sido encontrado mendigando en las calles de Santo Domingo provocó en sus cuatro hijos una mezcla de incertidumbre y alegría.
María Lliquín, quien tenía 6 años cuando su padre desapareció, detalló que encontrar a su progenitor en situación de indigencia y con un grave estado de salud “fue un duro golpe, ya que uno se da cuenta el sufrimiento que pasó desde que se alejó”.
El reencuentro de esta familia tuvo lugar el viernes 27 de junio del 2014, en las instalaciones del Hospital General Santo Domingo, en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas. A esa entidad fue remitido Lliquín, después de que lo encontraron deambulando en un pésimo estado de salud por la calles de la capital provincial.
Inés Quiñónez, trabajadora social de dicha casa de salud, indicó que unos escuetos garabatos de un número de cédula que hizo el paciente, se convirtieron en la pista que necesitaba para rastrear a sus familiares. “A través de los datos proporcionados por el Registro Civil pudimos contactar a los vástagos de Isidoro y reunir de nuevo a estas personas”.
Los cinco integrantes de esta familia aún desconocen la razón de la desaparición de su padre, debido a que Lliquín todavía se encuentra en recuperación.