Mírame con cariño, una de las frases populares escritas en los buses de Santo Domingo

Frases buses

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En los buses, autos y camiones de Santo Domingo se coloca frases o refranes que son parte de una costumbre lingüística. Foto: Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO

“Mírame con cariño, “don cuernos” y “juégate a la suerte conmigo” son frases que llaman la atención en las cabinas de los autos, buses y camiones. Hay otras curiosas, creativas y jocosas que en cambio están sobre los parabrisas y capones.

Los propietarios de los automotores hicieron “viral” esta práctica, que aunque tiene años en las ciudades de Ecuador, se la supo posicionar como una referencia exclusiva sobre ellos.

En Santo Domingo de los Tsáchilas, en el occidente del Ecuador, sobresalen por ser luminosas, amplias y vistosas por su color.

Cada leyenda tiene sus bases en la jerga popular que la gente comenta en el día a día. Como el ‘nocaut’ producto de “un golpe más para la envidia” que escribió en su camión Domingo Benítez. El conductor cuenta que esa frase lo identifica desde hace cinco años cuando compró el carro. En su natal Portoviejo esa adquisición dio mucho que hablar entre sus vecinos que rumoraban que andaba por malos pasos.

Foto: Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO

Entonces buscó una manera subliminal, dice, para refutar lo que comentaba la gente, ya que la compra fue del fruto de sus ahorros. “El nene de las nenas”, como le dicen a Luis Batioja, plasmó esa frase en el guardachoque de su auto chevrolet spark. Sus amigos lo llaman así por ser el más jovial en las fiestas, aunque él asegura que otras personas malinterpretan la frase al relacionarla con alguien que pasa rodeado de mujeres.

“El 100% pobrecito” es una frase que en más de cinco generaciones se ha replicado en una flota vehicular de transporte interprovincial y de carga. Se la ve en las unidades de las cooperativas Fénix, John F. Kennedy y Gilberto Zambrano. Carlos Pasos señala que su abuelo popularizó esa frase en la familia en 1942 cuando tuvo su primer carro Ford.

“La colocó en el vehículo como una forma de explicar que siendo pobre se puede trabajar mucho para obtener cosas grandes. Y eso fue lo que a él le pasó. Por eso sus descendientes y ascendientes siguieron su línea”, indica. La gama de frases es variada, pero entre las más exhibidas están: “los criss 3”, “boddy”, “si usted no ha ido a Loja no conoce mi país”, “bienvenidos al rincón del amor”, “solo para que sientas la adrenalina”…

Foto: Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO

En la provincia Tsáchila se las observa en los micros que llegan y salen de la terminal terrestre o también en la feria ganadera que se desarrolla los martes y jueves. Quienes escribieron sus ideas en los vehículos, a veces resumidas en cortas palabras, coinciden en que su fuente de inspiración fueron las conversaciones informales y distendidas con la gallada del barrio.

En esos rincones de las esquinas cualquier rumor sobre un episodio se hace una historia contada a la manera de cada chofer. Ahí Eliot Altafuya le dio forma a una oración que dedicó a quienes se oponían a su progreso luego de haber comprado un carro para rodarlo como taxi. La primera palabra que se barajó de entre tantas fue "a ti te digo”. Pronto con sus amigos la hilvanó así: “este carro está protegido contra bochincher@s”, como se muestra en la parte posterior de su unidad amarilla.

Para el historiador Patricio Velarde, estos modismos son parte de una costumbre lingüística que está presente en todas las lenguas y en el habla de las personas. “Puede ser una frase o una palabra que describe una situación y un rasgo de personalidad”, comenta. Pero también hay choferes que acuden a las frases bíblicas, la identidad de sus hijos o para promocionar una marca. En el local de decoración vehicular Trazos, cada frase para un vehículo debe pasar por un proceso digital y de impresión.

En un programa informático se elabora el diseño y después se envía a imprimir en un plóter de corte. El material que se usa es el vinil reflectivo que se ilumina con la acción de la luz nocturna. En este negocio la demanda del producto es variable pues en un mes se solicitan entre 40 y 50. El costo va desde los USD 30 a los 100, que pagan los choferes. En este lugar, Carlos Pasos renovó su 'sticker' con la frase '100% pobrecito', para no perder la tradición de su abuelo.

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