En el centro de Guayaquil, los agentes de tránsito dicen que es frecuente encontrar a policías con autos sin placas. Foto: Mario Faustos / El Comercio
Una hilera de 29 motos se observa en los exteriores del Cuartel Modelo, en Guayaquil. 17 no tienen placas y sus dueños son policías. Lo mismo ocurre con dos autos. Uno de esos apenas cuenta con la serie incrustada en la parte posterior. Otro, en cambio, no tiene placas y sus vidrios están cubiertos con una película oscura.
Esto ocurre, pese a que desde el 18 de mayo pasado están actualizadas siete reglas para los policías que operan en Guayaquil, Samborondón y Durán.
Una de esas reglas ordena a los agentes que manejen sus carros con las placas respectivas y sin vidrios polarizados.
De hecho, la disposición volvió a debate por indicadores que posicionan a Guayas como la provincia con mayores conductores sancionados por incumplir el reglamento de tránsito. Cifras de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) dicen que después de Guayas están El Oro y Santa Elena.
En los últimos cuatro meses la CTE ha citado a 9 665 personas, en general, por el uso de películas antisolares. Y Julio Navarrete, miembro de ese organismo, sostiene que en un control cotidiano, al menos cinco policías son alertados por manejar sin placas o con vidrios cubiertos.
Ahora, la Policía pedirá a la CTE un informe de contravenciones que especifique el número de gendarmes que incumplan con las dos normas.
El Código Orgánico Integral Penal (COIP), vigente desde el 10 de agosto pasado, establece como multa un 10% del salario básico y tres puntos menos en la licencia para quienes conduzcan un auto con películas antisolares oscuras en las ventanas, polarizados o con cualquier tipo de adhesivo sin las autorizaciones correspondientes.
La ley penal también sanciona a quienes conduzcan vehículos sin placas de identificación, o con las placas alteradas u ocultas. Quienes cometan esa infracción deberán pagar el 30% de un salario y se les quitarán seis puntos en su licencia para conducir.
Lenin Bolaños, comandante de la Policía que cubre Guayaquil, Samborondón y Durán, dice que las siete políticas son fundamentalmente disciplinarias. Previamente, él fue jefe de Policía en Los Ríos y dice que fue “un éxito” la labor que implicó sancionar con rigurosidad a 70 policías durante su gestión en la Comandancia.
En el Comando, dos uniformados admiten las faltas que cometen “ciertos elementos”.
Pero aseguran que hay casos en que los propios compañeros denuncian los hechos.
Por ejemplo, dos semanas atrás un uniformado pidió sancionar a otro, por mantener la placa en la cajuela de su auto.
¿Por qué se tomaron estas medidas? En las horas previas al anuncio, el viceministro del Interior, Diego Fuentes, dijo que es por “oxigenación”. Pero hizo una aclaración: “La medida no nació por registrarse nuevas irregularidades”.
Desde entonces, en cada Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de los tres cantones ya figuran los siete reglamentos anunciados oficialmente.
Las sanciones establecidas
Estas variarán según el grado de afectación a la imagen institucional y se encuentran agrupadas por niveles. Esto significa que puede recibir una “reprensión simple”. Es decir, un llamado de atención a través de un memorando. Pero su nombre y grado serán un referente de incumplimiento en el Comando donde trabaja.
En el caso de que esté en servicio activo (con uniforme y armas) y cometa una infracción, se le impondrá la “reprensión formal”, que puede llegar hasta instancias jurídicas internas y, posteriormente, el despido.
De allí que los datos levantados por la Inspectoría de la Policía son reveladores: en solo un año, 8 634 agentes (en el país operan 46 000) fueron investigados y sancionados a escala nacional, por haber cometido 23 tipos de faltas disciplinarias. Allí constan, por ejemplo, negligencia y poca atención en el servicio, omitir información relacionada con delitos, no asistir a su puesto de labores durante tres días seguidos.
Además, “afectar a la imagen institucional”, consumir alcohol o drogas en horas de trabajo, no disponer de equipo y uniforme completo, etc.
En octubre del 2014, ya se habló de tener “buena conducta y comportamiento durante y después de su jornada laboral”.
En ese entonces se presentó un evento para reducir los accidentes de tránsito en los que están involucrados gendarmes.
En los seis primeros meses del 2014 hubo 455 siniestros y por ello comenzó una campaña para evitar estos hechos. Las autoridades dicen que la idea es mejorar la imagen.